Cinco años habían pasado desde que Hyunjin y Felix se casaron. Hyunjin se había convertido en el empresario más joven de su familia. Cuando finalmente recibió su herencia, se dedicó a mantener la empresa en pie y hacerla crecer aún más, decidido a que su padre estuviera orgulloso de él desde el cielo. A pesar de las largas horas de trabajo, siempre encontraba el camino de vuelta a casa, donde Felix lo esperaba con una sonrisa y un abrazo que aliviaban todo su cansancio.
Mientras tanto, Felix continuaba estudiando, volviéndose cada vez más cercano a Soobin y a los amigos de Hyunjin. Aunque todos estaban en el mismo año (excepto Bangchan, quien iba varios años por delante), Hyunjin se graduó antes para poder enfocarse completamente en la empresa.
Su vida juntos había sido todo lo que esperaban: llena de desafíos, pero también de momentos de amor y crecimiento. Ahora, su hogar estaba lleno de una felicidad tranquila que solo se había multiplicado con la llegada de una nueva etapa en sus vidas.
El sol entraba por las ventanas del salón, inundando la casa con una luz cálida. Felix estaba en la cocina, preparando el desayuno mientras tarareaba una melodía familiar. Desde el sofá, Hyunjin lo observaba con una sonrisa en los labios y una mano sobre su vientre ligeramente redondeado.
-¿Qué quieres desayunar? -preguntó Felix, asomándose por la puerta con una espátula en la mano.
Hyunjin lo miró con una sonrisa cansada pero radiante.
-Algo que no sea dulce. Estoy harto de las cosas azucaradas -respondió, masajeando su vientre con suavidad.
Felix rió entre dientes, ya acostumbrado a los caprichos del embarazo de Hyunjin.
-Entendido. Unos panqueques salados, entonces.
Mientras Felix regresaba a la cocina, Hyunjin cerró los ojos y dejó escapar un suspiro contento. Aunque el embarazo no había sido planeado, ambos lo habían recibido con entusiasmo y determinación. Tener un hijo juntos no solo representaba un nuevo comienzo, sino también una prueba de todo lo que habían construido como pareja.
Meses después, en una madrugada tranquila, Hyunjin sintió las primeras contracciones. Aunque el dolor era intenso, Felix estuvo a su lado en todo momento, sosteniéndole la mano y susurrando palabras de aliento mientras lo llevaban al hospital.
-¡FELIX, VE POR LA MALDITA BOLSA! -gritó Hyunjin entre el dolor.
-Tranquilo, amor, que si me sigues presionando, me desmayo aquí mismo -bromeó Felix con una sonrisa nerviosa.
Hyunjin empezó a llorar, tomando el comentario muy personal.
-Mentira, amor. Voy a estar aquí todo el tiempo que necesites.
-Eres un idiota.
-Un idiota muy guapo, ¿no crees?
Hyunjin lo miró con una expresión de "te voy a matar", y Felix entendió rápidamente, dejando de bromear para empezar a resolver todo y llevarlo al hospital. En el camino, trató de calmarlo, asegurándole que todo saldría bien.
Horas más tarde, el llanto de un bebé llenó la habitación. Felix, con lágrimas en los ojos, tomó a su hijo en brazos por primera vez.
-Es perfecto, Hyun -dijo, llevándolo hacia Hyunjin.
Hyunjin, agotado pero feliz, extendió los brazos y recibió al pequeño, que se acurrucó contra su pecho.
-Hola, mi pequeño milagro -susurró, con lágrimas deslizándose por sus mejillas.
Felix se sentó a su lado, mirándolo con ternura.
-¿Seguimos con el nombre? Es que tiene más cara de "Yongbok"...
Hyunjin puso los ojos en blanco, pero no pudo evitar reírse.
-¡Ni pensarlo! Quedamos en que no le pondríamos tu nombre, becado.
-Entonces... le voy a decir al amor de tu vida.
-¿A poco conoces a Taehyung?
Felix se quedó en shock, sus ojos abriéndose de par en par con una expresión de celos que hizo reír a Hyunjin aún más fuerte.
-Obviamente, tú eres el amor de mi vida, becado. Pero ya, déjame disfrutar de esta cosita hermosa.
Felix suspiró aliviado, apoyando su cabeza en el hombro de Hyunjin mientras miraban a su hijo.
-No sé si podré competir con esa sonrisa.
Hyunjin acarició la mejilla del bebé con suavidad.
-No tienes que hacerlo. Él es una mezcla perfecta de los dos.
Un año después, su casa estaba llena de risas. Su hijo, un bebé con los ojos brillantes de Felix y la dulce sonrisa de Hyunjin, gateaba por el salón mientras ellos lo observaban desde el sofá.
-Nunca pensé que llegaría a tener esto -dijo Hyunjin, apoyando su cabeza en el hombro de Felix.
Felix lo abrazó, besándole la frente.
-Ni yo. Pero, ¿sabes? Creo que tuvimos suerte de encontrarnos.
Hyunjin sonrió, entrelazando sus dedos con los de Felix mientras ambos miraban a su hijo jugar.
-La mejor suerte del mundo.
En ese momento, Hyunjin supo que, sin importar los desafíos que vinieran, siempre encontrarían una manera de enfrentarlos juntos.

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Luck
FanfictionUn matrimonio por conveniencia, un secreto que podría destruirlo todo, y un amor que nunca debió ser. ¿Puede la suerte convertir lo imposible en realidad?