Capítulo 3

7 1 2
                                    

Luke se levanta del sillón, se había quitado la camisa dejando a la vista un muy admirable y trabajado abdomen. No había pasado muchos más que unos cuantos besos, y yo estaba más que satisfecha, principalmente porque no me atrevería a más.

- Creo que debo irme.

- Ohh te acompaño a la puerta -detecto tal vez un poco de sorpresa en su voz - escucha, realmente me agradó conocerte, y me encantaría volver a verte, pero realmente no quiero nada serio.

Eso fue bastante directo.

- Genial, porque yo tampoco. -y me voy mientras le guiño el ojo.

Le dejé una nota en la mesita de la sala que decía "sabes donde encontrarme", buscarme dependía de él.

* * *

Pasaron 2 semanas y él aún no me había buscado, de vez en cuando me encuentro preguntándome a mi misma si es que no hice las cosas bien, si es que mi atractivo disminuyó o no soy lo suficientemente interesante, pero luego me convenzo de que no me importa y sigo con mi vida.

Me encontraba acostada en mi lugar habitual, viendo hacia el hermoso cielo azul y tarareando distraidamente una canción que sonaba en mi celular cuando de pronto siento una mano en mi hombro y cuando volteo lo veo, sus ojos negros viéndome fijamente y una sonrisa en el rostro.

- ¡Hey! -dice simplemente.

- Hey -digo en regreso.

- Al fin te encuentro.

- ¿Qué? -digo algo sorprendida.

- Ya sabes, he venido un par de veces a buscarte, pero nunca topé la suerte de encontrarte.

- Usualmente vengo después de la escuela, ya sabes, algunos estudiamos.

- ¿Qué dices? Pero si yo también estudio -dice con falso reproche- pero cuando he venido no te he visto, ¿cuánto tiempo pasas aquí?

- Generalmente vengo menos de dos horas, pero solo algunos días a la semana, en mi casa piensan que hago voluntariado.

- Así que deshonesta -dice con un poco de picardía en su voz - me gusta.

- No soy deshonesta, es solo que me parece que merezco un descanso de mi vida.

- ¿Ah, sí? Pues bien podrías descansar en mi casa, la cama es bastante cómoda.

Lo miro. Esa es una indirecta bastante directa, aceptar podría implicar muchas cosas o tal vez ninguna, pero, ¿confío lo suficiente en mi auto control como para arriesgarme?

* * *

Llegamos a su casa e inmediatamente me ofrece vodka. Impresionante, probablemente piensa que embriagarme es su mejor opción, lo que me hace desconfiar al instante.

No bebo, principalmente porque daña tu salud y nubla tu mente, la gente es estúpida cuando bebe, la gente se altera cuando bebe, la gente es honesta cuando bebe, la gente probablemente sean más ellos mismos cuando bebe, así que no bebo, porque no estoy segura de querer ser yo misma.

Se sienta junto a mi con un vaso de tequila en su mano.

- Así que... ¿que te gusta hacer?, querida Kate.

Me sorprende la pregunta, tal vez el que esté interesado en mí vida cuando dejó claro que no busca nada serio, o tal vez el hecho de que no sé la respuesta, nunca hago nada que me gusta, solo lo que debo hacer.

- Bueno, soy bailarina, de ballet, ensayo casi 5 días a la semana durante dos horas, también toco el violín, el que practico casi todos los días, aunque últimamente comencé con...

- Mira, no sé si es tu tono increíblemente carente de emoción o mirada distante, pero no me creo por un segundo que nada de eso te guste -dice con una mirada que no logro descifrar - cuando algo te gusta, inmediatamente al hablar de eso se te ilumina el rostro, sabes que te gusta y lo dices con convicción, tienes que creerlo para que alguien más lo crea.

- Entonces, señor experto, ¿a ti qué te gusta?

- Soy músico, como seriamente, nací para esto, quiero ser un guitarrista famoso algún día.

Veía de lo que hablaba, esa mirada, no cabía duda, ni por un segundo, de que era algo que él amaba.

- Entonces tócame algo.

Su mirada dijo sin tener que hacerlo lo que estaba pensando.

- No seas idiota -dije riendo un poco- me refería a la guitarra.

Así que sacó su guitarra, era hermosa, incluso para alguien que no conocía un carajo de guitarras, como yo, solo como, hermosa a la vista.

- Es linda.

- Lo sé, es mi nena.

Cuando comenzó a tocar inmediatamente reconocí la canción, era Love, de Matt White. Así que comencé a cantar con él, porque la canción me encantaba.

- Cantas bien -dijo con una sonrisa en su rostro.

- Gracias, aunque tu cantas demasiado bien, parece que quieres ser guitarrista y cantante.

- Bueno pues, sí, tal vez por ahí vaya el asunto.

- Suerte con eso.

- Gracias -dice mientras me dedica una sonrisa.

Entonces deja la guitarra de lado y se acerca lentamente, yo sabía lo que venía, pero igualmente me ponía un poco nerviosa. Sus ojos me miraban fijamente, y cuando su boca hizo contacto con la mía, inmediatamente sentí la diferencia con el beso de la otra vez, nuestras bocas ya se conocían y no tardaron en sentirse cómodas una con otra de nuevo, era como nos besamos ayer, solo que mejor, mucho mejor. Su boca sabía a tequila, pero por algún motivo lo dulce de su boca se mantenía allí, increíblemente.

Al cabo de un rato siento su mano avanzando por mi vientre hacia mis pechos e instintivamente me asusto, trato de ocultarlo y simplemente deslizo su mano hacia abajo indicándole que no. Sus manos se sienten tan bien, pero peligrosas en mi piel, son manos experimentadas eso lo sé bien, y quieren que yo experimente también, pero ¿yo? ¿deseo hacerlo?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 25, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ahora o nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora