One shoots de PJ

Trick or treat

Nico di Angelo se había mudado a la ciudad de Nueva York.

Necesitaba alejarse del Campamento, de Percy, y...de todo. Se compró un acogedor departamento en un edificio algo caro, pero para un hijo de Hades el dinero no era un problema.

Hoy precisamente no estaba de humor. Era Halloween, lo que significaba niños llamando a su puerta sin cesar.

Era recién la hora del almuerzo y ya unos 6 niños vinieron a pedirle caramelos con unos tontos disfraces de vampiros y momias.

Solo quería pasar un día normal, pero claro, eso es mucho pedir para Nico di Angelo.

Se encontraba viendo la televisión mientras almorzaba unos spaghetti. El programa era confuso y aburrido, pero era mejor que no hacer nada.

De repente, escuchó el timbre.

Se obligó a pararse de donde estaba sentado. Era mejor atenderles ahora, o si no molestarían hasta que abras.

Abrió la puerta y se llevó una gran sorpresa.

Una niña pequeña con un disfraz de princesa, se encontraba con la que supuso que debía ser su hermana mayor.

No supo decidir que fue lo que más le llamó la atención de aquella chica. Si eran sus sedosos cabellos pelirrojos, sus ojos azules hipnotizantes, las pecas adorables en su cara o sus labios rosados.

-¡Dulce o truco!-dijeron las dos chicas a la vez.

-Aquí tienen-Nico le dio caramelos a la niña y esta los guardó feliz en su bolsa en forma de calabaza.

-Hey-le llamó la chica pelirroja-¿Eres nuevo en el edificio?

-Si, me he mudado hace poco-dijo tratando de sonar lo más amable posible.

-¡Genial! Aquí no hay nadie de mi edad-sonrió de una forma encantadora-Por cierto, mi nombre es Sam.

-Nico.

-Bueno, fue un gusto conocerte, Nico. Y..¡Bienvenido al edificio!

-Gracias-sonrió algo tímido.

-Solo te advierto que debes tener cuidado con la señora Evans, es muy gruñona y siempre anda con su gato endemoniado-susurró. Nico rió, había que admitir que la chica tenía su humor.

-¡Sam!-se quejó la niña pequeña-No tendremos tiempo para ir a las otras casas.

-Ya vamos, Kathy-dijo entre dientes-Discúlpala, es una maleducada.

-¡Eso no es cierto!

-Si lo es.

-¿Quién lo dice?

-Yo, y soy la mayor así que te aguantas-la pequeña bufó, y Nico volvió a reír.

La chica le volvió a sonreír a Nico.

-Creo que debemos irnos, si no me acusará con nuestra tía, y no es nada lindo cuando se enoja. Pero podemos vernos pronto, claro..si tu quieres.

-No veo ningún inconveniente en eso.

-Entonces, nos vemos pronto, Nico. Vivo en el 214, por si te lo preguntas.

-Te buscaré.

-Bien, ¡Adiós!-le sonrió por última vez y comenzó a darse la vuelta para irse mientras Nico cerraba la puerta.

Luego de unos segundos escuchó unos murmullos. Se acercó a la puerta para escuchar.

-¿Ya es tu novio?-escuchó preguntar a la niña llamada Kathy.

-¡No!-dijo Sam rápidamente.

-Yo los apoyo. ¿Puedo ser la dama de honor en la boda?

-No habrá ninguna boda.

-Eso dices ahora.

Nico rió otra vez, y dejó de escuchar las voces.

Esas hermanas eran tan diferentes pero iguales a la vez.