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Jeongin empezó a tratar de safarse del agarre del castaño.

Entre esos intentos logró soltarse de sus brazos, pero cayó directamente al suelo.

—¡Oye! —le gritó Jeongin al castaño, ya que lo había soltado de repente.

—¿No querías que te soltara? —le dijo burlón mientras se sentaba en el sillón.

Jeongin miró a otro lado como si estuviera indignado.

Se levantó del suelo sin decir nada y se dirigió hacia la cocina, pero se detuvo cuando se dio cuenta de la situación.

—Espera ¿Por qué estás en mi casa? —preguntó volteando a ver al castaño, el
cual lo miraba atento.

—Pues... Te vi durmiendo y quise dormir contigo —soltó una risa soplada y rascó su nuca mirando a otro lado.

Jeongin cambió su camino y se fue casi corriendo a su cuarto.

Llegó, cerró la puerta con un portazo y cerró con llave.

—¡Ya dormiste! ¡Ahora lárgate de mi casa! —gritó desde su cuarto, aún con la puerta cerrada, esperando que el castaño lo haya escuchado.

Por otro lado Hyunjin no entendió la actitud del chico rubio.

—Es increíble como es que cambia de un segundo para el otro... —susurró Hyunjin.

Hyunjin se levantó de su lugar y salió de la casa.

Pero en vez de irse subió al árbol de siempre y observó a través de la ventana de Jeongin.

Y ahí lo vio sentado con las piernas cruzadas y de espaldas a la puerta.

"Acosador" HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora