Y todo comenzó así: con una inusual petición de amistad en Facebook. Ya decía mi madre: "no ingreses a esa red social, solo conocerás gente que te venderá caras bonitas". Lamentable, nunca le hice caso, supongo que para una adolescente de 16 años (lo hago parecer como si fuese muy niña, irónico!!!) Al punto, para alguien de mi edad que, tus padres te digan no hagas esto o aquello nos da más ganas de desobedecerlos y de lo obvio, curiosear, indagar qué es lo que ellos no quieren que sepamos.
Y fue así como un día, la verdad no recuerdo el número ni nada, hasta busqué en mi red social el mes y jaja ironías de la vida, lo tenía como amigo hace dos meses, es que siempre nos eliminamos... somos muy "maduros". Sí, es eso. Si mal no recuerdo fue en Agosto, cuando yo estaba por terminar el segundo trimestre de mi colegio, ahí solían darte unas vacaciones si mal no recuerdo de una a dos semanas, más no. Prosigo al hecho, como solía hacer TODAS las tarde, así es era una "viciosa", tenía que entrar a diario al internet, era mi vida. Y me refiero a no lo sé, alguien de esa edad necesita atención, ser querida, tener muchos amigos, los likes en las fotos, los típicos "gileritos" para sentirte mejor. Me desvío (nuevamente) del tema.
Esa tarde, sí, ¡carajo! Me llegó una solicitud de amistad como me solían llegar semanalmente, uno que otro muchacho que quería conocerme y ver mis fotos para luego gilearme. En fin, yo muy (tarada) buena onda, le acepté. Para esto, yo ya lo había visto, unas que otras veces rondando por mi casa con su grupillo de amigos donde se reunían en un parque a unas cuadras a tomar o fumar su hierba, que pasó de ser asquerosa para mi a algo indispensable en mi vida para conseguir relajarme, pero aún no quiero escribir sobre eso... Como seguía, al darle click a su cuadradito en donde decía su nombre y bueno, al lado izquierdo su foto, indagué. Siempre yo, una compulsiva "stalker", así se le decía a aquellos (as) que, investigaban lo más mínimo sobre esa persona, una especie de miniespíadolescente, me estoy riendo, era tan tonta, aunque creo que lo sigo siendo.
Sin embargo, investigué sobre él, un huevón que iba a dañarme posteriormente. Ironías de la vida. Así que seguí en mi plan "averigua porqué te agregó". Para mi suerte (ni tanto), ese individuo vivía a tan solo metros de mi morada. Lo primero que dije fue: "Mierda, qué suerte!". Disculpen mis lisuras, toda mi vida he sido así y lo seguiré siendo. Mueran profesoras de comunicación.
Como era de suponerse, él me habló, un típico: " Hola :3 " que significa una carita de beso, una manera de gilearte a alguien. Yo le seguí como toda muchacha, aunque prefiero no generalizar, como sea le seguí su juego, entre risas, molestias en vano de esas que suspiras porque peleas por primera vez... HUEVADAS!!! Pero, era una estúpida que creía en (lamentablemente) todo lo que le decían. Ese día hablamos unas horas, luego más y más, mientras el tiempo transcurría hablábamos más seguido. Yo ya me lo había cruzado unas veces. Lo recuerdo muy bien, solía vestir un short de esos sintéticos con un polo color blanco de estampado de dragones, creo; sus zapatillas deportivas y el cabello alocado, lo describo como aquel tipo malo que a cualquier chica le haría babear.
Recuerdo que un sábado mi madre me manda al mercado y yo toda una adolescente rebelde me negué, más no logré mi objetivo y terminé yendo a donde me dijo. Agradecía tanto luego, como sea, lo vi, por poco y babeo, era tan perfecto (yo lo veía así). Era exactamente mi tipo de chico que me gustaba, porque SI ME GUSTABA. Él no me vió, felizmente. Vestía mi buzo de colegio, despeinada, en zapatillas todas sucias por el polvo del colegio o simple, porque detestaba limpiarlas, así era yo una descuidada y no me importaba. En realidad, me importaba en ese instante que no me viera, no en esas fachas. Por Dios!!! Le habría dejado de interesar si es que en algún momento le interesé, claro está.
Ese mismo día yo retorné a casa con una gran sonrisa, de oreja a oreja como si hubiese sacado 20 en el curso que odiaba o como si hubiese encontrado un billete de 100 lucas cuando era todo lo contrario. Ni la nota, ni el dinero, solo el haberlo visto me llenaba de una satisfacción tremenda. Llegó la tarde y era hora de ingresar a la pc, tenía una más o menos moderna, negra, con una pantalla Samsung si mal no recuerdo, parlantes pequeños negros con borde plomo y un teclado con mouse algo descuidados, solo ALGO eh! Prosigo, yo muy alegremente lo saludo y él corresponde, hablamos y hablamos, más no tenía el valor de decirle: "Hey, te vi". Apuesto que me hubiese dicho: "¿Por qué no me pasaste la voz? o "Era para acompañarte". Pero, no. No le dije nada, mi subconsciente me decía no la cagues, no. Y es que, años atrás (en la secundaria) mis relaciones sentimentales no eran del todo "buenas". Así es, era un chica que solo le importaba "jugar" con los sentimientos de las personas para sentirse mejor consigo misma hasta que, bueno llegó él y la cagó, literalmente, realmente y de todas las formas posibles.

ESTÁS LEYENDO
Enamorada hasta los codos.
Roman d'amourElla se llama Amanda y el Alexander. En el transcurso de las horas, iré escribiendo y publicando los capítulos que sigan. Gracias por entender, lo estoy escribiendo yo. Espero les guste :)