BraelynLa temperatura en la habitación a incrementado, tengo mucho calor.
Dexter está encima de mí sin ningún tipo de tela que me impida sentir, la calidez de su piel. Acabo de tener un orgasmo sumamente placentero, gracias a sus dedos.
No me dio tregua y ahora mismo estamos en un vaivén entre nuestros cuerpos, mis uñas rasgan la piel de su espalda y sus manos me tienen agarrada de la cintura, para profundizar sus penetradas.
Mis ojos se deleitan con la vista de su cadena colgando de su cuello, tiene la misma "B", que la mía. Mis gemidos son tan fuetes que es imposible retenerlos.
Su boca empieza a repartir besos por mi cuello y sube, por mi mandíbula, hasta llegar a mis labios.
Yo gimo en sus labios
Dexter gruñe
─Qué bien se siente estar en tu interior
Su voz se escucha ronca, pero cargada de excitación.
No sé en que momento llegamos hasta este punto, si hace tan solo unos días no nos dirigíamos la palabra.
Pero no me puedo quejar, ahora mismo solo puedo pensar en sus manos por todo mi cuerpo y su boca devorando mis labios.
─Dexter...
Mis palabras son ahogadas por una serie de estocadas de su parte, aumenta la velocidad. Ambos estamos muy acelerados, sudados y lo que le sigue a la excitación.
Hasta que llegamos al clímax, ambos alcanzamos nuestro punto de excitación máxima, solo soy capaz de sentir mis fluidos salir en una descarga que me deja sin fuerzas de nada. Pero todavía logro percibir como Dexter deja salir su descarga de excitación por medio de sus fluidos de semen, que se resbalan por mi cuerpo.
Su cuerpo cae sobre el mío, sin hacerme daño y nos dormimos en esa posición.
En mi mente se enciende una alerta, no usamos protección.
(...)
Siento mi cuerpo sumamente pesado, mis ojos se niegan a abrirse. Los recuerdos de ayer hacen que me gire y con mi mano busco a la persona con la que compartí momentos llenos de pasión.
Pero cuál es mi sorpresa, no hay nadie en la cama.
Abro mis ojos y la luz de la ventana me hace entrecerrar los ojos, veo que las sábanas están revueltas a mi lado, por lo que me doy cuenta que se acaba de levantar. No sé cómo sentirme al respecto.
Antes de que me haga más ideas erróneas, veo como Dexter sale del baño con su habitual ropa que lleva a la oficina, solo le hace falta su corbata y saco.
Algo que me toma por sorpresa es su semblante, totalmente frío y distante. Nada del Dexter apasionado y hasta cierto punto amoroso de ayer.
Se dirige al espejo del tocador, en donde busca su corbata.
─No sentí en que momento te levantaste ─digo, solo para aligerar el momento.
Estoy por levantarme, pero me doy cuenta que no traigo nada de ropa. Por lo que agarro con fuerza la sabana, apretándola en mi pecho.
─No quise despertarte ─su voz ronca, sigue sorprendiéndome.
Su voz suena como una bofetada a mi rostro, lo que menos me esperaba después de la noche de ayer, era está actitud. No sé muy bien cómo actuar
─Dexter lo de ayer...─soy interrumpida abruptamente.
─Lo de ayer fue un error, algo que no debió pasar y que lógicamente no volverá a pasar ─sus ojos me miran directo, a través del espejo ─Mezclamos las cosas, nos dejamos llevar por la pasión, pero somos adultos y no haremos un drama de esto.
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Destinos Cruzados
RomanceUn matrimonio por contrato. Dos personalidades opuestas. Una relación. ¿Qué podría salir mal?