Recuérdame | Temp. 2, SasuNaru

Capítulo 1

Hola, esta es la segunda temporada de:

Nunca es demasiado tarde, SasuNaru

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O1

Amnesia
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Lunes 19 de Noviembre.

Mientras continuaba adentrándose por los pasillos buscando la sala en la que estaría Naruto, mayores eran sus deseos de que al llegar él estuviera despierto. Luego de que entrara ena aquel coma que parecía ser inmesamente eterno él seguía sin dar una respuesta adelantadora, y mientras tanto ese día llegaba se conformaba con llevarla cada día un arreglo de flores con la esperanza de que abriera los ojos. 

Una vez había logrado entrar a la sala, observa a Sakura removiendo las flores de ayer, listas para ser remplazadas por otras.

 — ¿Nada aún? 

Cuestionó, pero obtuvo una respuesta negativo por parte contrario. Soltó un suspiro ante lo desalentadora que era la situación en la que se encontraba Naruto, completamente inmóvil, tal cual como lo habían dejado el primer día en el que fue postrado en la camilla. No era un día ni dos, eran dos meses increíblemente largos en los que su pareja no abría los ojos ni para asegurarse que luego de despertar del coma podría siquiera volver a cerrarlos.

Luego de haber dejado el arreglo de flores en el jarrón, optó por sentarse y toma la mano de Naruto, acariciando suavemente de estas y sintiéndose en calma al poder tener el privilegio de volverlo a ver aunque él no estuviese presente espiritualmente. El hecho de simplemente verlo y poder tocarlo ya era suficiente para estar de excelente humor.

En el silencio de la sala, ambos ven hacia la puerta y vislumbran a Hinata y Kiba con las manos entrelazadas. Era extraño, más no preguntaron al respecto y no es impedimento para comenzar una conversación trivial en la que risas hacían presencia, llenando la sala de gozo y alegría. Mientras ellos reían, Sasuke le dió una última mirada a Naruto, pero había algo raro, él se removía de la cama y abría lentamente los ojos.

Naruto despertaba.

— Él está... Está despertando. — murmuró Sakura al ver como Naruto tomaba fuerza para sentarse.

— ¿Dónde... Estoy? — antes de poder sentarse completamente sintió la fuerza de una cálida mano que le impidió continuar con aquel horrible esfuerzo.

— Cuidado, no te muevas o podrías hacerte doler. ¿Cómo te sientes? — cuestionó el hombre de cabellos negros, quien aún sostenía cuidadosamente su brazo izquierdo. Notó en él una extraña mirada, llena de algún sentimiento que en esos momentos no lograba percibir o reconocer.

— ¿Por qué estoy aquí? ¿Quiénes son ustedes? ¿Quién eres tú?

No recordaba la última vez en que una simple pregunta le había dolido inmensamente. Si ese cuestionamiento fuera una persona, claramente sería el saco de boxeo de un gran luchador apunto de romperle la espalda en mil pedazos, pero eso dolería menos que las palabras de Naruto.

— Naruto, ¿en verdad no me recuerdas? — el susodicho negó suavemente, indiferente ante la situación y a las asombradas miradas de las personas que estaba en la sala.