Recuérdame | Temp. 2, SasuNaru

Capítulo 3

03

Hogar

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Se adentró al hospital inmensamente feliz por la noticia que no hace mucho acababa de recibir. Era lo único que necesitaba para tener una buena semana.

— Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlo? — preguntó la recepcionista al mismo tiempo que escribía en un pequeño papel.

— Buenas tardes, fui llamado hace unos momentos para el retiro de un paciente, se llama Naruto Uzumaki. 

— Oh, sí. Solo espere aquí.

Asintió y solamente se sentó en una de las sillas que se encontraba en el mismo lugar como zona de espera. Al mismo tiempo que sucedía esto Naruto se encontraba recostado siendo chequeado nuevamente por dos enfermeras para revisar su situación actual, en donde una tercera enfermera le retiraba las vendas con sumo cuidado que rodeaban cada lugar de su cabeza y las dejaba en un platillo liso de metal.

— Ya falta poco. — le dijo sonriendo, pasando sus manos por el cabello desalineado de Naruto para poder arreglarlo y limpiarlo debido a las vendas.

— En estos momentos se encuentra con un buen pulso y... — comentó otra enfermera al médico que se encontraba a cargo de Naruto que justamente había ingresado a la sala en la que estaba.

Naruto comenzó a mirar extrañado y disimuladamente el entorno cuando de la nada dejó de escuchar, no quería causar sospechas de su situación pues creía que pasaría pronto. No pudo seguir oyendo lo que el doctor a cargo de él conservaba con la enfermera sobre su estado, solamente podía ver como se movían sus bocas mientras lo miraban de vez en cuando.

Cuando poco a poco comenzó a recuperar su audición, notó que la enfermera que le estaba arreglando sus cabellos lo miró unos segundos, examinándolo para ver si todo se encontraba en orden. — ¿Te encuentras bien? — escuchó a duras penas, pero asintió.

— Sí, solo escuché un silbido en mi oído.

— Me alegro que puedas comentarlo, Naruto. Es importante para nosotros saber que estás sintiendo. — comentó el doctor mientras se acercaba un poco a él. — Aún faltan unos minutos para tu alta, pero mientras debes saber que previo que hemos dejado recetados algunos fármacos para aliviar el dolor corporal que seguramente debes tener, entre otras cosas más. También, cuando salgas de esta sala te acompañaré a la recepción para que podamos rellenar tu ficha clínica y además debes seguir viniendo para que podamos realizarte un seguimiento, un control. Eso aparecerá en el papel en el que se te entregará, pero yo te lo detallo personal y anticipadamente.

— Entiendo, gracias por la información.

Aún sentía adolorido el cuerpo, como si un camión lo hubiese arrollado miles de veces.

— Bien, ahora te dejaremos un momento a solas para que puedas vestirte.

En el momento en el que lo dejaron solo, volteó mirando la ropa que se encontraba en una de las sillas. Era vestimenta nueva, de marca; pero sin importarle mucho ese detalle se vistió con calma, evitando el esfuerzo innecesario pues le resultaba sumamente cansador el hecho de mantener un movimiento a largo plazo, como por ejemplo, levantar un pie para colocarse el pantalón o de incluso alzar un brazo para colocarse la playera. Eran cosas simples que le parecían una tortura.