Mortal Linea Roja

Prólogo

Ewan MacPherson se siente satisfecho. La helada brisa marina del anochecer sacude suavemente su rojizos cabellos, y le roza la cara haciéndolo estremecer mientras le recuerda que esta vivo, tan vivo como jamas soñó estarlo.

Abre sus brazos como queriendo abrazar la inmensidad, mientras contempla el imponente mar que se precipita bravamente contra los verdes acantilados de su amada Escocia. Y respira; respira profundamente, llenado sus pulmones de ese aire gélido, que produce cierto escozor en su interior y lo vuelve, de manera brusca, a su realidad.

¿Tomó la mejor decisión?.  ¿Sería esta actualidad lo que estaba preparado para él?. 

Ewan creía que si. Que las determinaciones que había tomado recientemente fueron las correctas y necesarias para encaminar su existencia. Por primera vez en su monótona vida se sentía pleno, reconfortado, casi en éxtasis.

Volviendo sobre sus pasos, contempla, a la distancia, las primeras y tenues luces de la ciudad que contrastaban con la grandiosidad del paisaje a su alrededor;  y no puede evitar recordar los momentos vividos en esta última semana. Tratando de alejar de su mente cualquier pensamiento de duda y, con paso firme, comienza a desandar la distancia que separa ese lugar de ensueño de la metrópoli amurallada. Era el momento de enfrentar la consecuencia de sus actos.

Había pasado una linea... mortal y delgada linea. Nada volvería a ser igual, y él lo sabía.