Ufanas Catalepsias

Prólogo

¿Qué hicimos mal? ¿Por qué se nos fue tanto de las manos? ¿A dónde quedaron esas amistades que juraban ser eternas? ¿Y esos amores que derramaron más de una lágrima, fingiendo que querían un futuro con nosotros? ¿Qué pasa con todas aquellas carcajadas malgastadas? ¿Y todas las tardes quemadas en afecto sincero pero volátil?

Nada puede detener al presente. Nada es para siempre, todo va a ser nunca. Las palabras ya no valen. Las acciones se olvidan. Entonces, ¿qué nos queda? Sentimos que ser nosotros no alcanza, pero aparentando jamás vamos a ser felices. Soñamos, y seguimos soñando, pero los sueños dormidos no tienen memoria. Los recuerdos son los que tienen sueños. No hay vacío que soporte cada bajón, no hay lamentos que curen el alma. Somos un puñado de años encapsulados en un cuerpo, que, tarde o temprano, va a dejar de funcionar.

La única responsable de los sentimientos, es la memoria. Sin ella, no podríamos recordar a quién amamos, o a quién odiamos. No podríamos recordar qué nos gusta, y qué nos desagrada. Sin la memoria, no somos nada. Por esa razón, no pretendamos olvidar. Mientras más recordemos, más vida llevamos dentro nuestro. Mientras más vida llevemos, más humanos vamos a ser. Humanos para bien, o humanos para mal. La elección es propia. Sin retener cada minuto que vivimos, no recordariamos como leer, como escribir, como hablar, seríamos fantasmas transitando ciudades desoladas de afecto.

Porque si dijéramos que nos olvidamos de éso, sabemos bien que es mentira. No es bueno olvidar, por más dolor que nos haya causado. Pero tampoco es bueno recordar, si aquello nos hizo muy feliz. Una mujer una vez supo decirme, "No te ates a nuestros recuerdos", y hasta el día de hoy sigo pensando... ¿Cómo es tan fácil desatarse de algo que amaste? Puede ser tan cínica e ignorante la gente?

En la escritura, en mis textos, en la combinación diaria de palabras, encuentro mi paz. Mi lugar en el mundo. No es una manera de ser feliz, tan sólo dejo de reprimir a mi mente, y permito que hable por sí sola. Porque me es imposible olvidar, mucho más si te quise, mucho peor si te amé. Amigos, amigas, familiares, romances que no llegaron a ser, calenturas de una noche, relaciones cortas... Todo es parte de mi historia, y de la vida que va quedando atrás.

Elijo sacar el veneno, y también las alegrías, para dejarlas expuestas ante el mundo entero. Necesito estar vacío de todo y lleno de nada. Y quizás, algún día, las personas que vayan apareciendo de acá en adelante, sepan brindarme todos aquellos valores con los que sueño, y que sigo sin encontrar.

Este es mi espacio, en dónde cada puntada al alma va a ser transcripta a un par de párrafos, con una canción como bandera. Pude haberlo vivido, o pude haberlo imaginado.

Vas a ser vos quien decida.

Dedicado a quien dejé de ser ayer, pero estaré siendo mañana.