Y tu eres...

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Sólo de imaginarme que podría ser mi hermana esa que está ahí bebiéndose los chupitos de dos en dos me pongo malo. Bebo otro trago y se me pasa.

Cualquiera dira que me estoy haciendo mayor para estas fiestas.

Hago un segundo intento de levantarme del sofá para ir a por un vaso de agua.

- Que haces tío? Joder ven aquí Dylan, te juro que estas tías se me tiran encima.- me grita Chris des de la otra punta del salón

- Le hago un gesto con la mano como diciendo que paso, y me dirijo a la cocina.

Cojo un vaso rojo de plástico de los que hay por ahí y lo vacío en el desagüe, para después llenarlo de agua del grifo. Bebo un trago y enseguida me calma un poco el ardor que siento.

- Debes de ser la única persona en el mudo que bebe agua en una fiesta.

- Y tú eres...- digo apurando el agua que me queda en el vaso.

- Channel, llámame Channel. Y tú, cual es tu nombre?

- Dylan, llámame Dylan. Y tú no tienes pinta de ir a la universidad. De que conoces a Chaise?.

- Ves a esa chica que se está bebiendo los chupitos de dos en dos?

Asiento.

- Le daba vergüenza venir sola a su primera fiesta de universidad, pero creo que ya ha cogido confianza.

- Si, les ha caído bastante bien- digo pensando en la poca vergüenza que le da ahora restregarse contra el paquete de Kalebb mientras se comen la boca.

- Y tu qué haces aquí tan solo?

- Estás ligando conmigo?

- Te parece que estoy ligando contigo?

- La verdad es que sí. Cualquier otra noche te habría metido mano por todos lados y luego te habría llevado al baño, o a mi casa, pero esta noche lo siento, estoy reventado.

- Vaya,...una pena.

- No te lo tomes a mal- digo, y a continuación me retiro de la cocina. Noto que me sigue, pero yo continuo tambaleándome hasta el sofá.

Una vez me he sentado en el sofá, ella se sienta en mi regazo y pasa la mano al rededor de mi cuello. Está buena, muy buena, y ya que se ha sentado no la voy a echar. Le paso una mano por la cintura y la otra la dejo en su muslo. Me besa.

- Veo que no te gusta darte por vencida...

- No cuando quiero algo.

Nos pasamos el resto de la noche hablando y cuando me kiero dar cuenta me eatá ayudando a meter la llave en la cerradura para abrir la puerta.
Nos dirigimos hacia mi habitación. Bueno, al final tendré que tirarmela. Estoy tumbado en la cama cuando ella se empieza a desnudar. Joder, que tetas. Tengo la impresión de que lo he dicho en voz alta cuando ella sonríe para confirmarmelo.
Después de pelearme con la dichosa gomita consigo ponermela.
Se tumba encima mío y me empieza a besar el cuello y los labios, joder, estoy demasiado borracho para ponerme encimma, pero consigo hacerlo.
Después de unos cuantos movimientos torpes empiezo a penetrarla con un ritmo más sincronizado mientras aprieto con las manos sus enormes y perfectas tetas.
Tras un buen rato de penetrarla cada vez más fuerte y besarle todo el cuerpo, los dos nos fundimos en un profundo y placentero orgasmo.

Eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora