ella es mi hija ➵ aidan gallagher ©

❀; 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗱𝗼𝘀

En cuanto pusieron un pie en el hospital, corrió hasta Dante quien estaba sentado con sus codos en sus muslos desesperado por no saber de su hermano.

— ¿Cómo esta? — preguntó ella tomándolo de las manos para que le explicara el estado del chico, pero Dante seguía sin saber nada, ni siquiera sobre lo ocurrido.

— No lo sé, yo estaba de viaje, Ryan fue quien me aviso, solo me dijo que estaba tomado y tomo su coche apartándose de todos — dijo como única respuesta. Ella cerro sus ojos pensando que quizás era culpa suya.

— Quizá si yo hu-biera hablado con él — Dante negó y la atrajo para con él para abrazarla mientras Heather lloraba en los brazos de Ryan.

— Cuando el doctor nos diga que podemos verlo lo mejor será que ______ pase primero — dijo el pelinegro ante la desesperación de la chica por verle.

— Y-yo qui-ero ve-ver a papá — Heather alejo su carita del hombro de Ryan y éste negó.

— No puedes mi niña, debes esperar para cuando lo pasen a cuarto, en terapia intensiva es muy raro que dejen a la familia que lo vean — la niña comenzó a negar casi gritando que quería ver a su papá mientras seguía llorando.

Después de dos horas llego Hannah con Noah, los bebés habían sido dejados con la madre de la pelirroja y preguntaron por el estado de Aidan el cual era delicado.

Aunque Ryan trato de detener a Aidan para evitar que saliera tomado y que condujera le fue imposible, estaban en dos lugares diferentes y los gritos del pelinegro por el celular no servían de absolutamente nada. Tuvo que conducir pasándose varios rojos del semáforo hasta llegar a la mansión Gallagher en donde el coche de Aidan evidentemente ya no estaba. Aunque tratara de localizarlo no podía hacerlo, sonaba apagado su celular hasta que quince minutos después de andar rondando con su coche buscando en lugares donde probablemente podría estar, le llamaron del hospital diciendo que su hermano había tenido un accidente.

Impactándose contra un poste termino destrozando la parte delantera del auto y sin tener puesto el cinturón de seguridad, su rostro se azotó contra el volante haciendo que enseguida comenzara a sangrar. Su cuerpo no respondía al igual que sus articulaciones y de eso temían los médicos.

Fueron pasando las horas, el reloj caminaba todavía sin tener noticias del menor, lo único que el medico les decía era que debían esperar. ¿Esperar a que? Se preguntaban en sus mentes, ¿a que pase algo peor? ¿a qué se complique todo? No, ellos no querían eso. Nadie quería eso.

— ______ por favor debes comer algo y no te niegues, no has probado bocado desde ayer en la tarde, tienes que comer — Noah acerco una charola de comida a la mesa donde la chica junto con Ryan estaban sentados.

— No tengo hambre, llévatelo por favor — el mayor negó y tomando cubiertos de plástico agarro un bocado y lo metió a la fuerza a la boca de la chica.

— Tienes que comer, ahora más que nunca debes cuidarte, recuerda que estas esperando un bebé y le puede hacer mal — Ryan se atraganto con el pedazo de pastel que estaba comiendo cuando escucho la frase esperando un bebé.

— ¿Estas embarazada otra vez? — asintió. Debes comer por favor no te pongas mal tu ahora, debes ser fuerte.

— Es mi culpa que él este así — antes de que uno de los dos pudiera contestar llego Jeaden abrazando a su hermana por detrás.

— Hermana lo lamento tanto — dijo él dándole espacio a ______ para que se dejara abrazar por su hermano.

Pero antes de que ella dijera algo, Dante bajo corriendo para gritarles:

— ¡Aidan despertó!