Parte 8

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Esa tarde yo tenía que cuidarlo, protegerlo de él mismo si era necesario. No sabía nada de él, no sabía dónde vivía, si tenía familia.

Comenzó mi "stalkeada".

Él caminaba por el lado de la pared e intentaba que nadie lo notara. Caminó por unas 18 cuadras y se detuvo en un orfanato. ¿Qué haría Harry en un orfanato? Me quedé observándolo sentada en una banca que había en la calle. Se acercó al mostrador y habló con una secretaria que trabajaba en el lugar. Luego de unos minutos, apareció una pequeña niña de rostro similar al de Harry, con sus mismos ojos verdes, él la abrazó con todas sus fuerzas. Los llevaron a un salón y los perdí de vista por una hora. Pasado ese tiempo solo salió Harry, y cuando este salió del edificio se sentó contra la pared a llorar.

¿Eso era todo? ¿Solo visitaba a una niña en un orfanato? Esa niña debía ser muy importante para él, debía ser su todo y era evidente que lo ponía mal el no poder estar con ella. Sin importar lo muy difícil que le resulte a él dejarla en aquel lugar, esa no era la causa de sus golpes y lastimaduras, algo más ocultaba.

Por mucho que me hubiese gustado ir y abrazarlo en medio de su llanto, no podía. Tenía que descubrir la causa de esos golpes, así que espere a que continuara su camino, y si tenía suerte, la encontraría.

Estuvo tirado en esa pared rompiéndome el corazón por más o menos media hora, luego se secó las lágrimas y siguió su camino como si nada hubiese pasado, y aunque tenía los ojos rojos e hinchados, a la gente que le pasaba a su lado no parecía importarle, ni siquiera se fijaban en él.

A medida que avanzábamos por la ciudad y nos alejábamos del centro las casas se iban poniendo más y más arruinadas, desoladas y destruidas. Llegamos a un punto de la ciudad que yo no conocía, donde los taxis no van por el miedo que provoca. ¿Qué haría Harry en un lugar así? ¿Viviría en aquel lugar? Después de todo, su ropa se parece mucho, jeans holgados oscuros y remeras negras con cadenas adornando su cintura.

Estaba siguiéndolo sin sospecha alguna por una calle recta, cuando Ojos verdes dobla en un callejón donde unos tipos lo esperaban, yo me escondí detrás de un basurero y logré escuchar lo que decían:

-¿Cuánto quieres hoy hazza? ¿28 o 33?

-Dame 33 más lo de ayer-dijo en tono afligido.

En ese instante me asome un poco de donde estaba escondida. Un hombre de alto y muy pálido envolvía algo, mientras que los dos patovicas que se encontraban detrás de este miraban a Harry detenidamente.

-¿Cómo esta tu hermana?- preguntó el pálido

-Por la dosis que lleva yo creo que mal- dijo uno de los dos "árboles" que se encontraba atrás de la pequeña mesa con pequeñas cajas con números y letras que por lo menos yo no podía entender. Este inmediatamente comenzó a reírse junto con su compañero.

-No te metas con mi hermana- dijo Harry con una voz que nunca antes le había escuchado, llena de furia, y sus ojos parecían salirse de las órbitas.

-Tranquilo pequeño emo, no querrás que pase lo mismo que la semana pasada- Dijo el hombre pálido confiado mientras sus dos guardaespaldas se acercaban un paso.

Harry solo calló, tomó el paquete y se fue del lugar dejando un billete de 100 dólares.

Al salir de callejón por poco me ve, pero no lo hizo. Continué siguiéndolo hasta las afueras de aquella pequeña ciudad llena de drogadictos y borrachos que me miraban como a una presa.

Llegué a una casa de dos pisos bastante bien mantenida, no sé si era por acabar de ver un montón de casas en mal estado, pero realmente me gustó ese lugar. Harry sacó de su bolsillo una llave y abrió la puerta. Esa era su casa. Rápidamente anoté la dirección en mi celular: calle Big Gardens 251.

Me metí en un pequeño patio al costado de la casa que daba a una ventana del living de la casa donde se encontraba Harry.

Nunca me había latido el corazón tan fuerte como en aquel momento, las manos me cosquilleaban y la adrenalina del momento fue lo más fuerte que jamás había sentido.

Lo vi sacar esa caja envuelta de diario y mirarla pensativa-mente, luego romper la envoltura y sacar una bolsa con un polvo blanco, era evidente que era cocaína. Me quedé estática mientras él la consumía, una hilera, dos hileras, tres hileras de ese maldito polvo blanco y sentía como él iba perdiendo las ganas de vivir. Pero cuando saco esa jeringa no lo soporte más...

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espero que les haya gustado :)

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besos XOXO

~happytogether


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