Después De Que Arrebate Al Compañero Masculino, La Protagonista Lloro

EXTRA 28

Por la mañana, cuando Qiao Xi se despertó, abrió los ojos y se encontró directamente con los ojos de Lu Huo.

Sus ojos eran oscuros y profundos, como si quisiera atraerla hacia sí.

Qiao Xi puso los ojos en blanco, su voz era suave y perezosa: "Buenos días, ¿qué hora es ahora?"

Lu Huo le dijo: "A las ocho en punto".

Qiao Xi se frotó la cabeza entre los brazos, un poco coqueto, "¿Por qué no te has ido? ¿No tienes que ir a la empresa a estudiar hoy?"

Para no ser descubierto por los demás, Lu Huo se despertaba temprano, por lo que cuando Qiao Xi se despertó, ya se había ido.

"Si no vas a la empresa hoy, te acompañaré al hospital para que te revisen el pie". Lu Hu lo abrazó con fuerza: "¿Quieres levantarte ahora o quieres que duerma contigo un rato?"

"Levántate ahora". Los padres de Lu Huo estaban comiendo abajo y a ella le daba vergüenza quedarse en la cama.

"Sí." Lu Hu se puso de pie, tomó una chaqueta ligera y estaba a su lado, listo para ayudar a la niña a ponérsela.

Como el aire acondicionado estaba encendido, la temperatura en la habitación era fría. "Levántate y ponte la ropa primero". Luego extendió la mano para tirar de la niña que todavía estaba acostada.

Qiao Xi bostezó perezosamente, se sentó lentamente, el cabello esparcido sobre la almohada cayó naturalmente detrás de ella y el cabello negro azabache hizo que su pequeño rostro se volviera blanco y delicado. Extendió la mano y dejó que Lu Huo la ayudara a ponerse la ropa.

Justo cuando Lu Huo la ayudó a ponerse el abrigo, la niña se inclinó sin fuerzas frente a él y le ordenó: "Llévame al baño".

"Está bien". Lu Hu tomó las pantuflas que estaban junto a la cama, la ayudó a ponerse los zapatos pensativamente y luego levantó a la persona con facilidad.

Lu Huo colocó a la persona en el lavabo, la llenó con agua con cuidado, apretó la pasta de dientes e incluso sumergió la toalla en agua tibia para ella.

Qiao Xi se quedó sentada allí, sin preocuparse por nada, sin hacer nada, Lu Huo haría todo por ella. Sonrió y dijo: "Si eres así, es fácil dejarme lisiada y no podré hacer nada sin ti en el futuro".

Lu Huo tomó el cepillo de dientes y le hizo un gesto a la niña para que abriera la boca: "Solo para evitar que me dejes". Con la otra mano apretó la barbilla de la niña: "Abre más la boca".

Qiao Xi todavía tenía espuma de pasta de dientes en la boca y se sentía incómoda, por lo que soltó el cepillo de dientes que estaba mordiendo.

Escupió la espuma que tenía en la boca y se enjuagó con unos cuantos tragos de agua, lo que la hizo sentir confortable.

Lu Huo tomó una toalla mojada en agua tibia y la ayudó a lavarse la cara. La toalla era muy suave y, aunque Lu Hu suavizó la fuerza, se frotó contra el pequeño rostro blanco de Qiao Xi.

—Está bien. —Lu Hu dejó la toalla a un lado, tiró del cabello roto que colgaba del costado de la cara de la niña detrás de la oreja y se miró en el espejo.

Sus ojos estaban llenos de codicia, avaricia y maldad.

Los labios de Lu Huo se fruncieron con fuerza y ​​​​levantó la barbilla de Qiao Xi: "Déjame comprobar si está limpio".

Una leve sonrisa apareció en los ojos de Lu Huo. Sin embargo, la sonrisa no se extendió. Al segundo siguiente, sus labios estaban vacíos, y la mano que sostenía la esbelta cintura de la niña también estaba vacía.