capitulo diez

5 0 0
                                    

Narra: Sheila

Era temprano en la mañana y no podía quitarme de la cabeza lo que pasó ayer. No era tanto por Joshua, sino por Mark. ¿Por qué se metió? ¿Por qué me defendió de esa manera? Él es un insoportable, siempre ha sido así… pero ayer parecía alguien distinto.

Sacudí la cabeza, tratando de deshacerme de esos pensamientos. No quería darle más vueltas al asunto. Terminé de alistarme y bajé a desayunar antes de que Addison llegara por mí.

Cuando llegamos a la escuela, el ambiente era el mismo de siempre. Estudiantes caminando de un lado a otro, algunos apurados porque estaban por llegar tarde y otros simplemente disfrutando el momento con sus amigos. Caminamos hasta nuestros casilleros y, para mi mala suerte, Mark apareció de la nada, apoyándose con confianza en los casilleros de al lado.

—Vaya, qué coincidencia encontrarte aquí, Sheila —dijo con una sonrisa burlona.

Rodé los ojos. Sabía que este tipo no podía simplemente actuar normal.

—No es coincidencia, Mark, tenemos los casilleros en el mismo pasillo —respondí sin mirarlo.

—Cierto, cierto —dijo con diversión—. Oye, ¿todo bien con lo de ayer?

Me sorprendió que preguntara eso. Se veía genuinamente interesado, lo cual era raro en él. Cerré mi casillero con fuerza y lo miré.

—Sí, estoy bien. No necesitaba que me defendieras, pero gracias supongo.

—Oh, tranquila, no lo hice por ti —dijo encogiéndose de hombros—. Solo que no soporto a tipos como Joshua, no sé qué le viste.

Lo fulminé con la mirada.

—No es asunto tuyo lo que vi en él —solté con molestia—. Además, yo no necesito un héroe que me defienda, menos tú.

Él sonrió, como si mis palabras no le afectaran en absoluto.

—Claro, claro. Pero aun así lo hice, así que un "gracias, Mark" no estaría de más.

Me crucé de brazos y resoplé.

—No voy a agradecerte nada si luego usas eso para fastidiarme.

Mark soltó una pequeña risa y se apartó del casillero.

—Tienes razón, probablemente lo haría.

Me di la vuelta para alejarme, pero antes de que pudiera hacerlo, él habló de nuevo:

—Igual, si ese idiota vuelve a molestarte, ya sabes a quién acudir.

Me detuve por un segundo, sintiendo cómo mi corazón se aceleraba sin razón aparente. Me giré para verlo, pero él ya estaba caminando en la dirección contraria.

Negué con la cabeza, sintiéndome frustrada conmigo misma.

—¿Por qué rayos me altera tanto este tipo? —murmuré.

Fue en ese momento que Addison, quien había estado presenciando toda la escena desde su casillero, se acercó con una sonrisa juguetona.

—¿Me perdí de algo o acabo de ver a Mark siendo un caballero contigo? —preguntó con una ceja levantada.

—No fue nada, solo estaba molestándome como siempre —respondí, tratando de sonar indiferente.

Addison la miró con una expresión de incredulidad.

—Ajá, claro… ¿y por qué tienes esa cara de "me estoy cuestionando todo en mi vida"?

—¡No estoy cuestionando nada! —exclamé de inmediato, sintiéndome expuesta.

Addison dejó escapar una pequeña risa.

—Sheila, creo que estás en negación.

—¡No estoy en negación! —dije cruzándome de brazos.

—Mhm… Como digas —respondió Addison con una sonrisa burlona mientras comenzaba a caminar hacia el aula.

Resoplé y la seguí, tratando de ignorar la sensación molesta en mi pecho.











Hasta aquí el capítulo diez espero que les haya gustado.

SCHOOL OF LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora