(Ring.. Ring..).... ¡Oh! otra vez de mañana, me quedé profundo vaya sueño el que he tenido...
Mi nombre es David y soy estudiante universitario tengo 21 años y vivo en la capital, pues mis padres viven en un pueblo y les visitó en los fines de semana, me gusta mucho escribir cuentos fantásticos en mis ratos libres, acompañado de unos buenos videojuegos. Ya estoy a punto de terminar mi carrera y empezar a trabajar, pero es muy difícil en una ciudad donde se escuchan altos índices de violencia, donde a cada hora se oyen reportes de accidentalidad, sólo mi escape de eso es leer la palabra de Dios, escuchar buena música, tal vez uno que otro videojuego, salidas a cine, el entrenamiento físico, y el dormir, si el dormir porque no es que descanse, sino que empieza allí la actividad neuronal y como lo que sueño puede verse tan real como en la historia que relato.
No estaba acostumbrado a pasar horas escribiendo frente a una PC, solo venían a mi mente hechos espectaculares acompañados de música de fondo (y esto es porque siempre llevaba conmigo unos auriculares), recuerdo mucho que una vez cuando fui a la universidad podría ver a través de la ventana del bus de servicio público como las personas se afanaban de ir a sus destinos, y es algo que siempre pienso, si la palabra de Dios nos menciona que no debemos afanarnos por el futuro ¿Por qué muchas veces nos hemos dejado de llevar por lo afanes del mundo?¿Acaso Dios no es dueño del oro, la plata y del tiempo? Aún existen cosas que no comprendo pero sé que cada día comprenderé.
Siempre me ha gustado poder hacer muchas cosas, como poder interpretar por medio de un instrumento música para adorar, o el diseñar mi propia casa o el de tener mi propio laboratorio, pues me apasionan las ciencias pero debido a mis gustos particulares he podido decir que mi círculo social no es que sea el mejor, me he encerrado más en los textos que en las relaciones sociales, sin embargo cuando llega al tiempo de dormir es allí donde todo cambia, donde todo se vuelve tan asombroso, tan real, como si realmente pasare, y después del sueño pido al Señor discernimiento y me siento frente a la PC para poder compartirles esta gran historia...
Es tiempo de presentar el proyecto de grado en la Universidad, todos están a la expectativa por salir exitosos de sus exposiciones, era mi turno pero sentía nervios (aunque ya había tenido tiempo de exponer frente a jóvenes en la iglesia), pero esto al parecer era diferente, conocía del tema: redes neuronales, equipos biomédicos, telemedicina, estaba en mi campo, me la pasaba horas devorando libros, pero sentía algo de nervios, en fin, llegó mi hora y recuerdo que mencioné: -Señor pon palabras sabías en mi boca-. Recuerdo que por un momento me quedé mudo, volví y repliqué: -Señor tu no dejas que tus hijos caigan en vergüenza, haz que hallen gracia en sus ojos-. Y empezó la exposición, mis compañeros se quedaron perplejos por la elocuencia con que exponía, como si fuese un investigador quien les estaba dando una conferencia, luego de terminada la exposición dije que si tenían alguna pregunta, más el director de la facultad dijo que no, todo estaba muy claro, al público asistente (mis compañero y demás personas de otras facultades) les miré y estaban en silencio, sólo pensé: o una de dos, entendieron todo, o no entendieron nada... el director de la facultad tomó la palabra, mencionó que era una exposición muy convincente, el nivel y vocabulario eran los apropiados; dentro de mi sentía como mi corazón se aceleraba y descansó al escuchar las palabras del director. "Gracias Dios", fue lo que dije en esos momentos.
Terminó la hora y estaba con mis compañeros George, Andrés y Alberto, analizando y pensando que haremos después de graduarnos, cada uno tenía pensamientos distintos, como el de quedarse en la ciudad, o el de seguir en la universidad como investigador, o el de empezar su vida familiar y laboral, yo les dije que sólo seguiría la voluntad de mi Padre, sin embargo dentro de mi estaban los deseos de viajar al exterior, conocer ciudades, culturas, personas, el seguir creciendo intelectualmente, pero los planes de Dios eran otros.
Tiempo del grado, todos a la espera de que se les anunciara por el nombre para ir y reclamar su cartón y estar con sus familias, fue un momento muy solemne y conmovedor, pues no sabríamos si nos volveríamos a ver, más sin embargo en tono jocoso les dije, no se preocupen amigos, algún día nos volveremos a reencontrar, el auditorio estaba lleno de padres decanos e invitados, parecía alguna entrega de premios, y es que no se dejaron de esperar los mejores diseños de fina etiqueta, y no faltaba la foto de recuerdo.
Posterior a ello vino la cena familiar, donde dimos gracias al Señor por todo lo que hemos recibido y por los éxitos que vendrían, cenamos y ya tenía todo listo para regresar a mi pueblo con mis papás; dentro de mí se escuchaba una voz diciendo "ya eres profesional, que bendición" ya quería tomar el mundo por mis manos, pero lo que se vendría no sería fácil... quería dormir para poder escribir la historia del Príncipe, bostecé y entré en un estado somnoliento.Que maravilloso sueño tuvo el príncipe, más sin embargo amaneció con sus dudas, como donde iba a encontrar ese punto de partida para lo que estaba buscando, así que decidió tomarse un baño y bajo a desayunar, su madre la Reina le tenía su desayuno listo, pero el Príncipe no quiso probar alimento alguno y le pregunto a su madre como puedo buscar algo, la madre del príncipe observó que algo le inquietaba a su hijo, como una madre que siempre está preocupada y así los hijos no mencionen palabra ellas saben que es lo que siente sus hijos, la madre del príncipe dijo, sea lo que estés buscando lo encontraras donde iniciaste todo. El príncipe se asombró porque eran exactamente las palabras que las siluetas les había susurrado en aquel sueño, el príncipe le dijo a su mamá que como se enteró de esas palabra, la Reina le comentó que cuando tengas dudas de cómo seguir siempre es mejor ir al inicio o al punto donde te quedaste y mirar que fue lo que se hizo incorrectamente o que fue lo que se te perdió.
Mientras el príncipe tomaba sus alimentos estaba pensando, a cual punto debería ir, así que tomo los platos, los lavó, se despidió de su madre, sacó un lápiz y unas hojas y se marchó dándole un beso a su madre diciéndole gracias madre por tan hermosos consejos, y por estar ahí siempre.
El príncipe no quería caminar sin rumbo fijo, solo se sentó en el jardín y pensó, cual es el inicio de lo que busco, más sus pensamientos eran como las hojas de papel, no podía expresar o pensar, pero si podía ver lo que le rodeaba, así que empezó a dibujar lo que había soñado, ese hermoso lago, el edificio de mármol y cristal, pero cuando iba a dibujar las siluetas no supo cómo hacerlas pues era algo que no había visto.
Terminando su diseño se le vino a la mente y tuvo un sentir en su corazón de poder ayudar a alguien, ese deseo de poder ser útil; así que el Príncipe regreso a su cuarto, dejo su diseño y fue a la plaza, había mucha gente en ese lugar, por lo que en un momento se escuchó la voz del Príncipe: Amigos todos los días debemos disfrutarlos en armonía, amándonos cada día más y dando lo mejor para el Señor. Los que pasaban por la plaza algunos se acercaron a lo que el príncipe comentaba y con gran agrado tomaron esas palabras que el príncipe les comentaba, el príncipe podría ser una persona muy joven pero hablaba con mucha sabiduría y dulzura, terminando en aquel lugar iniciaría una aventura sin igual para éste Príncipe, donde lo que había soñado se convertiría en algo tan real.
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Algún día...
FantasyAlgun día... Es un libro relatando las crónicas de David y el como sus sueños lo llevan a realizar cosas y vivir experiencias que jamás pensaría que pasarían en la vida real