Capitulo 6

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—A sí que patinadora profesional— entro al hielo, pero no parecía ser la primera vez que lo hacía ya que lo hacía ver sencillo.
—Profesional no— reí —Pero de chica mi padre me traía todos los fines de semana— me acerque y lo rodee. —Digamos que tengo experiencia— sonrió pícaramente —Ven— le tendí mi mano a Anna quien permanecía en la orilla por temor a caerse.
—Me voy a caer— dijo sin querer soltarse
—Pero te levantaras, además no pasa ¡nada! Todos se caen mínimo una vez— tomo mi mano sin soltarse de la orilla —Así... Despacio— dije tranquilamente tratando de darle confianza. Levante mi mirada y me encontré con la de Gianluca quien nos miraba sonriente. Le regrese el gesto y se dio la media vuelta para comenzar una carrera con Jared. —Ya vez que es sencillo— Anna había tomado más confianza y se había soltado de la barda.
—Sí, es divertido— dijo alegre soltando mi mano pero perdió un poco el equilibro y cayó en el hielo.
— ¿Estás bien? — le pregunté ayudándola a levantarse.
— ¡Sí!- no paraba de reír, eso era bueno. Comenzó a patinar por si sola.
—mmm... Ya era hora— sentí la mano de Gianluca en mi cintura —Ya me tocaba a mí— tomo mis manos y entrelazo nuestros dedos —Tienes la nariz roja— rio después de tocarla con su índice.
—No te burles— lo empujé
—No me burlé— ambos reímos —Espera— se frenó y por ende yo también.
— ¿Qué pasa?— volteé hacia él y lo abrace ocultando mi rostro en su pecho.
—Lana— tomo mi barbilla y me hizo mirarlo, observe con detenimiento sus perfectas facciones, mientras trataba de descifrar lo que pasaba —¿Quieres ser mi novia?— debo decir que me sorprendió. A pesar de vivir juntos, no es lo mismo que ser 'novios'. Una enorme sonrisa se formó lentamente en mi rostro.
—Claro que si— acaricie su mejilla antes de besar esos adictivos labios.

Estuvimos ahí por mucho tiempo, jugábamos carreras y en ocasiones nos regañaban, ya que podíamos chocar con alguien, pero aun así Gianluca nos incitaba a hacerlo.

Después de comer regresamos a casa —Son novios, son novios— Anna no dejaba de cantar desde que se enteró.
—Le gusto la noticia— dije feliz abrazando a mi novio.
—Me alegra— beso mi mejilla y tomo mi mano para después caminar hacia las escaleras, íbamos en la mitad de estas cuando el timbre nos sorprendió. Gianluca bufo con fastidio
— ¿Abro? — Le pregunté y negó con la cabeza —Yo lo haré— beso mis labios y subí hasta mi habitación. Tome un short de mezclilla, ya que eran las cinco de la tarde, aún era temprano para ponerme la pijama, junto con una musculosa blanca.

Gianluca no llegaba así que baje — ¿Gianluca? — Canturreé mientras descendía con brincos por las escaleras —Hay, yo lo siento— dije tapando mi boca bastante apenada al llegar a la sala y ver que había visita.
—No te preocupes, ven— me tendió la mano y aun avergonzada la tome. —Tía... — se dirijo a la mujer castaña con sonrisa amable que estaba frente a nosotros — Ella es ________(tn) Smith... mi novia— ¡Dios! me encantaba como lo decía.
— Gianluca... — alargo con ternura —Es hermosa— se acercó a mí y me saludo con un beso en la mejilla —Yo soy Lucile, Tía de Gianluca — me sonrió y al igual le obsequie una sonrisa. Seguramente era la tía sobre la que me había contado que se encargaría de ellos cuando sus padres fallecieron.
—Mucho gusto— dije cortésmente
—Hay _______(tn) cuéntame que le viste a esta piedra— se refería a Gianluca y carcajeo, me fue imposible no seguirla.
— ¿Vamos a empezar?— hablo Gianluca y ella carcajeo aún más.
—No seas amargado Gianluca — tomo su mejilla —Es una broma— Gianluca rodo los ojos. De pronto se escucharon muchas voces de niños volteé y eran Jared y Anna con otros tres pequeños, parecidos entre sí. Era obvio que eran los hijos de Lucile.

— Gianluca ¿podemos ir a casa de tía Lucile?— pregunto Anna y fue secundada por Jared
—Anda... es sábado— agrego Jared
—No lo sé.
—Déjalos, yo los traigo mañana en la noche o pasas por ellos— Le dijo Lucile y acepto finalmente.

Narra Gianluca

— Lanita ¿me ayudas con mi ropa?— Le pidió Anna, asintió con la cabeza antes de tomar su mano y subir las escaleras.
—Entonces...— dijo Lucile sacándome de mi desconcentrado estado. — ¿Ella vive aquí?— sonreí y dije si con la cabeza. — ¿Y no crees que es algo apresurado?...— mi sonrisa desapareció, sabía cuál era el punto.
—No, no lo creo— contesté seriamente, pero sin ser grosero.
—No te enojes— me conocía muy bien. —Solo creo que Anna y Jared están muy encariñados con ella— suspiró —...Y si algo entre ustedes llega a salir mal...— ¿Qué estaba diciendo? —Ellos saldrán afectados.
— ¿Y por qué habría de salir algo mal?— ahora si estaba molesto
— Gianluca escúchame...— señalo su oído —No te estoy diciendo que algo saldrá mal— suspiró —Solo te digo que creo que es algo muy adelantado el que vivan juntos ¿Sus padres qué piensan sobre esto?— se escucharon las voces de todos por las escaleras.
—Nada, no piensan nada sobre esto.
— ¿No lo saben?— sus verdosos ojos se abrieron a tope. — Gianluca hablaremos de esto después.
—No hay nada que hablar sobre esto, yo sé lo que hago. — me esforzaba por no decir nada grosero que la ofendiera, pero mi tono de voz no me ayudaba.
—Claro que si hay que hablar— me señalo —Sé que eres muy independiente, has logrado mantener a tus hermanos y a ti y es algo muy respetable— ahora ella también estaba molesta —Pero tus padres siempre quisieron lo mejor para sus hijos, tal vez esto es bueno para ti pero para tus hermanos puede ser contraproducente. — ¿Contraproducente? ¡Ellos la adoran!
—Están listos— Lana aviso con una gran sonrisa. Ambos corrieron a despedirse de mí y después lo hicieron con ella.
—Nos vemos Gianluca — Lana los acompañó a la puerta, yo no podía moverme del enojo. ¿Cuál era el maldito problema?
— ¿Hey por qué esa cara?
—Por nada— forcé una sonrisa y me puse de pie
— ¿Seguro?— me tomo por los hombros y me hizo sentarme de nuevo
—Seguro— no iba a decirle que estaba molesto porque mi tía no estaba del todo contenta por que viviera aquí.
—Te conozco— se sentó en mis piernas y paso sus brazos por mi cuello —Estas molesto— escondió su rostro en mi cuello y comenzó a impartir suaves y electrizantes besos que hacían que mi enojo simplemente se esfumara.

Me, Myself and HimWhere stories live. Discover now