"Dos Almas en el Reflejo: De Un Destino Entrelazado" (En Pausa)

Capítulo 9: ♥️Latidos bajo la tormenta⛈️

(Nuevo arco)  Escena: Después de descifrar las coordenadas dejadas por Magma, el grupo decide dividirse para cubrir más terreno. Samael y Emikukis terminan trabajando juntos en una parte crucial de la investigación. Pasan largas horas revisando documentos antiguos y rastreando pistas, pero también comparten momentos íntimos que revelan lo mucho que han llegado a significar el uno para el otro.**

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**Subtrama: Momentos compartidos** 
Una noche, mientras todos están ocupados con sus respectivas tareas, Samael y Emikukis se quedan solos en la pequeña sala donde Nova y Magma alguna vez montaron su estudio improvisado. La atmósfera es tranquila, solo interrumpida por el sonido de las hojas de papel y el parpadeo de la pantalla de la computadora.

**Emikukis:** (suspirando mientras frota sus ojos cansados) 
—No sé cuánto más puedo seguir con esto. Cada vez que creo que estamos cerca de una respuesta, aparece algo más. 

**Samael:** (mirándola con preocupación) 
—Deberías descansar un poco. No puedes seguir así sin cuidarte. 

**Emikukis:** (sonriendo débilmente) 
—Lo sé, pero no puedo evitarlo. Si esto nos lleva a encontrar a Magma... entonces vale la pena. 

**Samael:** (dudando por un momento, luego hablando en voz baja) 
—A veces me pregunto si hago lo suficiente. Todos ustedes han hecho tanto, y yo... bueno, solo estoy aquí. 

**Emikukis:** (volteando hacia él, sorprendida) 
—¿Cómo puedes decir eso? Has estado ahí desde el principio, Samael. Sin ti, no habríamos llegado tan lejos. 

**Samael:** (mirándola fijamente, sus ojos llenos de emoción contenida) 
—Tal vez. Pero lo que quiero decir es... que nunca pensé que alguien como tú confiaría en mí. Y ahora... no sé qué haría si algo te pasara. 

El silencio llena la habitación por un momento, cargado de una tensión que ninguno de los dos parece dispuesto a romper.

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**Subtrama: Pequeños gestos** 
A medida que pasan más tiempo juntos, Samael comienza a notar pequeñas cosas sobre Emikukis que antes no había percibido. La forma en que se muerde el labio cuando está concentrada, cómo se ilumina cuando encuentra una pista importante, o cómo su risa puede aligerar incluso los momentos más oscuros.

Un día, mientras caminan por las calles de la ciudad en busca de más pistas, empieza a llover inesperadamente. Sin pensarlo, Samael saca su chaqueta y la coloca sobre los hombros de Emikukis para protegerla.

**Emikukis:** (sorprendida, pero sonriendo) 
—Gracias... pero ¿y tú? Vas a mojarte. 

**Samael:** (encogiéndose de hombros, tratando de parecer despreocupado) 
—No importa. Prefiero que tú estés bien. 

Emikukis lo mira durante un segundo más de lo necesario, y aunque no dice nada, guarda ese gesto en su memoria.

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**Escena: Una conversación sincera** 
Más tarde, mientras esperan a que Scarlett termine de analizar una nueva pista, Emikukis decide hablar con Samael sobre algo que ha estado rondando su mente.

**Emikukis:** (mirando hacia el horizonte) 
—Sabes, antes de conocerte, siempre pensé que estar sola era más fácil. Que si mantenía a todos alejados, no tendría que preocuparme por lastimarlos o ser lastimada. 

**Samael:** (escuchando atentamente) 
—Pero ahora... ¿qué piensas? 

**Emikukis:** (volteando hacia él, sus ojos brillando con vulnerabilidad) 
—Ahora sé que estaba equivocada. Estar sola no me protegía; solo me hacía sentir más vacía. Y luego llegaste tú... y todo cambió. 

**Samael:** (tomando aire, como si estuviera reuniendo valor) 
—Emikukis... yo... 

Antes de que pueda terminar, Nova entra corriendo, interrumpiendo el momento.

**Nova:** (agitado) 
—¡Chicos! Scarlett acaba de encontrar algo importante. Tenemos que ir ahora. 

Ambos intercambian una mirada rápida, llena de preguntas no dichas, antes de seguir a Nova.

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**Subtrama: Un conflicto interno** 
Mientras el grupo trabaja juntos para descifrar la nueva pista, Samael lucha internamente con sus sentimientos. Nunca ha sido bueno expresando emociones, y la idea de admitir lo que siente por Emikukis lo asusta.

**Samael:** (hablando consigo mismo mientras camina solo por un pasillo) 
—¿Qué estoy haciendo? Ella merece a alguien mejor. Alguien que no tenga tantas dudas ni tanto miedo. 

Sin embargo, cada vez que ve a Emikukis sonreír o escucha su risa, sabe que no puede ignorar lo que siente. Decide que, cuando todo esto termine, encontrará el momento adecuado para hablar con ella.

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**Escena: Un momento de conexión** 
Durante una pausa en la investigación, Emikukis y Samael se encuentran solos en la azotea del edificio donde están trabajando. El cielo está despejado, lleno de estrellas, y el ambiente es perfecto para una conversación profunda.

**Emikukis:** (mirando hacia las estrellas) 
—Es curioso cómo las cosas pueden cambiar tanto en tan poco tiempo. Hace unos meses, ni siquiera sabía quién eras. Y ahora... bueno, no puedo imaginar pasar por todo esto sin ti. 

**Samael:** (mirándola con una mezcla de ternura y nerviosismo) 
—Yo tampoco. Emikukis, hay algo que necesito decirte... 

**Emikukis:** (volteando hacia él, expectante) 
—¿Qué es? 

**Samael:** (tomando su mano suavemente) 
—No soy bueno con las palabras, pero... me importas. Mucho. Más de lo que debería, tal vez. Y no sé qué va a pasar después de todo esto, pero quería que lo supieras. 

Emikukis lo mira, sorprendida pero también conmovida. Por un momento, el mundo parece detenerse.

**Emikukis:** (sonriendo tímidamente) 
—Samael... yo también siento lo mismo. Desde hace un tiempo, en realidad. 

Ambos se quedan en silencio, disfrutando del momento, mientras el viento sopla suavemente a su alrededor.

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### **Conclusión: Un nuevo comienzo** 
Aunque el misterio de Magma y "Los Archivistas" aún no ha sido resuelto, Samael y Emikukis han dado el primer paso hacia algo nuevo. Saben que el camino no será fácil, pero también entienden que, juntos, pueden enfrentar cualquier cosa.

Mientras regresan con el grupo, ambos comparten una mirada cómplice, sabiendo que algo ha cambiado para siempre entre ellos.

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**Epílogo: Una promesa silenciosa** 
Esa noche, Emikukis se queda despierta pensando en todo lo que ha pasado. A pesar de los desafíos que aún tienen por delante, siente una sensación de paz que no había experimentado en mucho tiempo. Y cuando cierra los ojos, recuerda las palabras de Samael, grabadas en su corazón como una promesa silenciosa.