En la tienda de Oakena

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Andy iba en su caballo con mucha dificultad debido a la gran capa de nieve que había bajo ellos. A pesar de la capa que le habían dado antes de irse, Andy tenía mucho frío, pero aun así comenzó a gritar:
-Eliot, soy yo, Andy, tu hermano que no quería hacerte congelar el verano. Lo siento. Todo es mi... Culpa.
Pero luego dijo para si mismo:
-Aun que de haberme dicho, nada de esto hubiera pasado. Que oportuno ¿no?
En ese momento su caballo de espanto levantando las patas delanteras tirando a Andy. El caballo se fue galopando.
-¡Espera!¡No, no, no!
Cuando se dio cuenta que el caballo ya iba muy lejos y que no iba a regresar se dio por vencido y trato de ponerse en pie sujetándose con la rama de un pino doblado por la pesada capa de nieve que lo cubría, pero lo hizo con tanta fuerza que el pino se enderezó y la nieve calló sobre el.
A pesar del frío Andy siguió caminando, aunque quejándose:
-Nieve, tenia que ser nieve; no podía tener poderes para aparecer arena blanca con un cálido...
Entonces vió a lo lejos humo proveniente de una cabaña con la chimenea encendida.
-¡Fuego!
Andy se entusiasmó tanto que no se tropezó y calló por una pequeña pendiente y callo en un pequeño riachuelo.
Al llegar a la tienda Andy tenía su pantalón congelado por el agua en el que había caído hace unos minutos. Andy subió las pequeñas escaleras con las piernas rectas, sin embargo no pudo subir el ultimo escalón, que era más alto así que tuvo que levantar su pierna aun más alto, tanto que el pantalón se rompió, Andy se apenó un poco y supo que necesitaba ropa urgentemente. Al llegar hasta arriba le dio un golpe al letrero de madera que colgaba sobre la entrada: "Almacén de la errante Oakena", leyó Andy y después nieve calló de un letrero mas pequeño que decía "y sauna" lo que alentó aun mas a Andy a entrar. Andy comenzó a caminar entre los estantes hasta que oyó a una mujer diciendo "yuhu" así que volteo algo sobresaltado pero con una sonrisa en su rostro. Tras una mesa había una mujer muy robusta, de unos 50 años y muy alerta.
-¡Rebajas de verano! Tenemos trajes de baño, cloaks, y este bloqueador solar que yo misma invente ¿Ya? -Dijo la mujer.
-Que bien, pero, por ahora, ¿Qué tal algunas botas? ¿Botas para invierno? Y am- Andy recordó su pantalón roto -¿Pantalones? ¡Trajes!
-Eso esta en nuestro departamento de invierno.- La mujer que parecía ser la dueña, osea Oakena, señaló un rincon donde había un par de cosas para invierno y, por suerte para Andy, algunas de ellas eran un traje para invierno y unas botas. El las tomó con cuidado de no dejar su ropa interior al descubierto y con mucho trabajo, al dejarlo en la mesa para pagarlo aprovechó para preguntarle a Oakena si había visto a su hermano, a lo que Oakena le contestó:
-El unico chico loco para salir con esta tormenta eres tu.
En eso la puerta se oyó y por ella entro una chica con ropa acogedora pero cubierta de nieve, tenía media cara cubierta con un trozo de tela. Ella era más bajita que Andy, le llegaba al hombro. A pesar se su estatura esa chica era muy musculosa, no era robusta pero si que tenía curvas. Andy la miro algo espantado, el mal humor de la chica y el hecho de que estuviera cubierta de nieve le daba un poco de miedo.
Poco a poco la muchacha se fue acercando a Andy y el instintivamente se hizo para atrás pegando su espalda completamente a la mesa, estaba tan nervioso que no sabia donde poner las manos así que recargo sus codos en la mesa.
-Zanahorias.
Dijo la chica, pero Andy no entendió, así que ella se acerco aun más, tanto que Andy se tuvo que hacer aun más para atrás. El estaba tan nervioso que no supo que hacer, se volteó hacia otro lado y comenzó a chiflar.
-Detrás de ti.
Esta vez Andy pudo entenderla, y al voltear hacia atras se dio cuenta de que la muchacha buscaba zanahorias. Con una sonrisa nerviosa y disculpandoce se corrió de espaldas para que la chica pasara, ella tomo las zanahorias y las puso sobre la mesa (parecía agotada), después fue al rincón de donde Andy había tomado su ropa mientras Oakena le decía:
-Una tormenta en Julio ¿ya? ¿Den donde vendrá tanta nieve?
A lo que Krista respondió:
-La montañana del norte.
Andy pensó que tal vez Eliot estaba allí aun que no estaba seguro.
-Son 40.
Dijo Oakena refiriendose a las cosas que Krista iba a llevar.
-¿Qué? No, 10.
-Oh no, es que estas son proviciones para invierno cuya oferta y demanda son un gran problema.
-¿Quieres saber sobre problemas de oferta y demanda? Yo me dedico a vender hielo.
-Uuu... Eso no es un buen negocio ahora. Eso si que es muy...
Dijo Andy riendo un poco al ver un trineo lleno de hielo pero al voltear a ver la cara de fastidio de Krista se retracto de inmediato:
-Desafortunado...
-Son 40, pero te agrego una visita al spa. ¡Iu-Ju! Hola familia.
Dijo Oakena saludando a Una mujer y tres niños que estaban en el spa. Andy también los saludo con gusto mientras que Krista le rogaba a la mujer.
-Pero no tengo 40. Ayudeme señora.
-Okay. 10 te dará esto y nada más.
Dijo Oakena acercándole las zanahorias.
-Oye, solo dime una cosa, ¿Qué pasaba en la montaña del norte? ¿Se veía mágico?
Preguntó Andy a Krista, quien perdió la paciencia y bajandose el pañuelo de la boca voleteó para responderle.
-¡Si! Ahora si puedes ya vete, mientras hago tratos con esta ladrona.
En ese momento el amable rostro de Oakena se torno en uno triste y a la vez enojado mientras se ponía en pie, así era enorme, incluso podía decirse que media dos metros. Oakena tomó a Krista sobre su hombro y la sacó de la tienda arrojándola hacia la nieve.
Suri camino hacia donde estaba Krista mientras ella se limpiaba la nieve de la boca, ella comenzó a olosquear a su ama quien le dijo:
-No, Suri, no traje tus zanahorias.
Suri puso una cara larga, entonces Krista vio ahí cerca una cabaña y un poco más animada le dijo a su amiga.
-Pero encontré un buen lugar para descansar. ¡Y sin pagar!
Dentro de la tienda Andy seguía temeroso por lo sucedido y Oakena lo notó.
-Perdón por tanta violencia, agregaré un cuarto de lutefiks sin resentimientos. Solo la ropa y las botas ¿ya?
-Ammm...
Andy se quedo pensando por un momento. Tal vez aquella chica podía llevarlo a la montaña. El ya no tenía caballo, y por lo que había visto, ella tenia un reno. Además el no sabia donde quedaba esa montaña. Así que también compro las cosas que Krista no había podido comprar para hacer tratos con ella.
En la cabaña, Krista cantaba un "dueto" con su amiga Suri ayudada de su ukulele para relajarse y poder dormir, la cual iba algo así:
K-Renos prefiero que humanos
Suri ¿no crees que es así?
S- Demente es la gente
No siente y te miente.
Nadie es bueno en verdad
Solo tu.
K- Oh, gracias amiga.
Prefiero el aroma de humanos
Suri ¿No crees que es verdad?
S- El de otros quizá
Tu olor es fatal.
K- Me atrapas
Ahora a soñar
S- Soñar
K- Ronaca sin despertar...
En esta ultima nota, y cuando Krista estaba a punto de quedarse dormida Andy abrió la puerta de golpe diciendo:
-Lindo dueto.
Krista se sobre saltó pero al ver que solo era el chico de la tienda se relajo un poco:
-Ah, solo eres tu ¿Qué quieres?
-Quiero que me lleves a la montaña del norte.
-Lo siento niño, pero yo no trabajo de guía.
-Dejame replantearlo.
Andy arrojo un saco que contenía la cuerda y la herramienta que Krista había escogido en la tienda. El sonido llamo la atención de Krista, quien ya se había colocado su gorro en la cara para poder dormir. Krista vio lo que había dentro y después miro a Andy con cara de intriga mientras que Suri olisqueaba el saco en busca de las zanahorias sin tener éxito.
-Mira, se como detener el invierno.
-Ash, muy bien, salimos al amanecer.
Dijo Krista colocandose su gorra en la cara y cruzando los brazos por el frío que hacia.
-Y no trajisté las zanahorias de Suri.
Andy lanzo el sacó con las zanahorias con tan mala puntería que esta vez golpeó a Krista en la cara.
-¡Ouch! ¡Hey!
-¡Ups! ¡lo siento! ¡Lo siento mucho! ¿Te duele?
-No...
-Oh, am... ¡Pues que bien! ¡Por que nos vamos ahora mismo! Ahora...
Dijo Andy en forma de orden y salió del establo con una pose militar demasiado exagerada. Ya estando afuera Andy pudo relajarse, pero aun no sabía si Krista lo había tomado enserio, así que se quedo afuera oyendo como Krista compartía una zanahoria con Suri. Krista estaba un poco extrañada por la actitud del príncipe, pero de todas formas preparo las cosas para irse.

Frozen Gender bendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora