Como el azulado mar en invierno,
frío y sereno, en calma.
Siento como tu brisa acaricia mis mejillas con ese frescor tuyo
tan único,
suficiente para hacerme sonreír en el más frío de los días.***
Esa es su esencia.
A pesar de ello,
tenía una penetrante mirada como el color de la miel,
era tal su dulzor...
Capaz de envolverte entre sus cálidos brazos y hacerte sentir que todo se volvía cómo el caramelo.Oh, y su voz,
tan profunda y amable,
tan sosegada como él mismo...
Con sólo el susurro de sus palabras era capaz de derretirme.¿Y que hay de cuándo me recitaba esas poesías?
Me daba un vuelco el corazón con tan sólo escuchar el entrañable y a la vez vigoroso susurro de su voz.Sus palabras eran capaces de alcanzar mi alma hasta rozarla,
convirtiéndolas en una suave y delicada caricia.***
Mar,
distante y frío Mar,
vuelve a cubrirme con tu grandeza,
guíame por tu corriente.Si es por ti,
moriré en tus profundidades más desconocidas sin importar cuan abiertas estén mis heridas.