Narrador Taichi:
Vale. He puesto una botella de sake en la mesa. Seguro que le gusta la bebida. ¿A qué chico no le gusta? Trabajaremos un poco en las primeras escenas del anime, y mientras tanto, le serviré un par de copas. Es joven, probablemente sea intolerante al alcohol. Y en cuanto esté un poco ebrio, tendré mi oportunidad. Lo he conocido hoy, y no puedo parar de pensar en su sedoso pelo rubio, y en sus enormes ojos azules, y su sonrisa cuando se ruboriza. Es hermoso. Y por eso tiene que ser sólo mío.
Tocan el timbre, me ajusto un poco la corbata, respiro un par de veces, y voy a abrir la puerta.
-Buenas noches, señor Bagashama. Gracias por invitarme.
-Buenas noches, Yuuma. Gracias por aceptar la invitación.- le regalo una de mis seductoras sonrisas y lo invito a pasar.
Le indico que se siente en la mesa pequeña del salón, donde tengo todos los dos primeros capítulos del manga bien apilados, y lo más importante, dos vasos de cristal vacíos que me apresuro a llenar.
-¿Quieres?- le pregunto, y nuevamente, le lanzo otra sonrisa.
-No, no. No estoy acostumbrado a beber.- me responde, apartando la mirada.
-Venga, un poco no te va a matar.
-Bueno... Vale, pero no mucho, nunca he tomado a decir verdad- dice, y suelta una risa nerviosa.
Le doy el vaso lleno de Sake.
-Y bueno, lo que quería hacer era está parte quitarle la censura ya que...- le empiezo a explicar lentamente mientras el hace muecas bastante graciosas causadas por el sake.
Está funcionando.
-¡Más!- me grita mirándome a los ojos.
-¿Qué?
-¡Más Sake!
-Estás bajo el efecto del alcohol- digo, sirviéndole poco a poco más de ese liquido en su vaso.
-¡N-No! ¡Q-Que va!- Dice, sacudiendo su delgada mano al frente de sus grandes y profundos ojos azules. Se bebe todo el vaso de un sorbo.
-Me sorprende que sea tu primera vez tomando- sonrío.
Le continuo hablando mientras él sigue bebiendo.
Después de una hora, la botella ya se ha quedado vacía y el está completamente alcoholizado.
-¿Y si hacemos otra cosa?- digo acercándome lentamente a él.
-¿C-Como qué?- contesta, arrastrando las palabras.
-No sé... Algo como esto- Lo tumbo en el suelo, le quito los pantalones, bajo mi mano a su miembro lentamente y lo empiezo a tocar suavemente.
-¿Q-Qué está haciendo? B-Basta, N-No soy gay.
-Eso dices ahora, pero se ve lo exitado que estás- dije señalando su pene que ya está levantado.
-¡P-Pare! A... A mi no me gustan estás cosas...
-Te gustará, ya lo verás.
Acerco mis labios a su miembro, y empiezo a lamerlo lentamente. Su cara tan lasciva... Tan sonrojada... Se nota que lo está disfrutando.
-S-Señor, ¡pare!
Ni siquiera me lo he metido en la boca, y ya está derramando líquidos por todas partes. Me alegra haber comprado un alcohol tan bueno. Además, mañana no se acordará de nada.
-Ya verás, Yuuma, vas a disfrutar como nunca.
Empiezo a lamer la cabeza de su mini Yuuma y luego lo introduzco en mi boca, y lo empiezo a chupar. Estoy un buen rato haciéndolo, yo disfruto y él disfruta incluso más.
Su miembro ya no puede más, sus venas están sobresalientes, se va a correr, correr en mi boca
-M-Me siento mal- murmulla, y siento algo líquido en mi cabeza. La toco y veo que es vómito.
¿Por qué justo ahora?
Voy a corriendo al baño a lavarme. Me ha dejado asqueroso. Y no he podido hacer que se corriese conmigo.
Mientras siento el agua de la ducha no puedo evitar pensar en él. Su sabor era tan ¿Peculiar?
Salgo y lo veo dormido en el sofá. Parece un niño pequeño.
Sonrío, y voy a buscar una manta para cubrir su delgado cuerpo.
-Hasta mañana- susurro.
Espero que no recuerde nada de lo ocurrido cuando se despierte, porque si lo hace, estaría en problemas. En todo caso, me meto en la cama y cierro los ojos. Mañana será otro día.Me levanto a las seis y media de la mañana, como todos los días, y voy a la cocina a preparar algo para desayunar. Yuuma todavía sigue tumbado en el sofá, con los mofletes rojos. Hago un café con leche y me lo bebo mientras contemplo los capítulos del manga en los que se supone que teníamos que trabajar. Al final no hicimos nada. Nada de manga, nada de sexo. Un desastre de noche, y que me hizo gastar una botella de sake de buena calidad. Pero bueno, ya habrán más oportunidades de acercarme a Yuuma. Cuando estoy dando los últimos sorbos, veo como Yuuma abre los ojos y da un salto.
-¿Q-Qué estoy haciendo aquí?- pregunta, mirando a todas partes.
-Ah, por fin te despiertas.- le digo, y dejo la taza se café en la mesa.- Resulta que ayer te excediste un poco con la bebida, vomitaste encima mío, y después te quedaste dormido en el sofá.
Parece que no se puede poner más rojo de la vergüenza.
-Dios, señor, lo siento muchísimo. Soy tan estúpido... No debí haber bebido nada... Ahora he causado un desastre en su casa y...
Está a punto de llorar. Es tan vulnerable. Dan ganas de acercarse a él y abrazarlo.
-No te preocupes, no pasa nada. En realidad fue mi culpa por haberte ofrecido alcohol cuando es obvio que eres demasiado joven.
-No es su culpa, señor. Yo ya tengo 20, y esa es la edad legal para tomar. Pero... nunca antes había probado el sake, ni ninguna otra bebida alcohólica, a decir verdad.
-Tranquilo. El único problema que tenemos ahora, son estos capítulos. Al final no conseguimos editar ni una sola página.
-¡Me pondré a trabajar en ello inmediatamente, señor!- dice, y se levanta del sofá vigorizado. La manta que le cubría se le cae, dejando visibles sus hermosas piernas y su miembro.
-Antes deberías ponerte algo, ¿no crees?
¿Q-Qué? ¿Cómo he acabado sin pantalones?
-No lo sé... Tal vez hiciste algo cuando yo me fui a dormir.- le digo, y sonreí pícaramente.
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Atados por el destino
DiversosTaichi Bagashama es el jefe de la gran empresa Bagashama, conocida por tener un importante puesto en el negocio del anime. Tachi tiene un mucho atractivo para todas las chicas, pero hay un problema, le gustan los chicos. Yuuma es un joven recién gra...