El parásito nocturno insidioso resultó;
acechando en mis recuerdos está el ángel infernal.
Una flor muerta en la cara me soltó,
revelando con descaro su intención fatal.Aplaudido y repudiado, su pagano sacramento;
resignado y taciturno, lo recibí a su lado.
Aceptando ser herido con mis armas me lamento,
pues lo justo ya dejó de ser sagrado.Inhalable por el aire, la traición era inminente;
le besé las manos, expectante a la clemencia.
Esperando lastimarlo me quedé solemnemente,
Sin poder procesar el valor de la sentencia.El ángel ya saciado abrió sus alas y voló,
rasgando con ellas un ingenuo juramento;
tan letal como navaja y sin vergüenza me asoló,
dejándome atrapado en el tormento.
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Juventud, no sé qué pensar de ti. (Poesía)
PoetryPoemas creados por mi, Samir Rodríguez, y el desencanto por una juventud que podría ser mejor pero que, paradójicamente, me lo ha dado todo.