Tengo tantas cosas mejor dicho, mierdas en la cabeza que no puedo pensar con claridad, y Jack no para de hablar con una chica por teléfono, IUGH parece un idiota enamorado.
-...Adios pequeña, te amo- le miro con una ceja levantada
-¿en serio?¿Cuándo le has dicho te amo a una chica?- este frunce el seño
-No es una chica cualquiera y no es mi novia...- me rio y el se sonroja -ayy, callate marica-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-×-
Me dirijo hacía mi nuevo puesto de trabajo en el sirkate, un bar principalmente para gente rica o gente que se hace conocer.
Mi puesto es hacer sentir a la gente bien, y lo malo de todo es que soy un antisocial, pero también un buen actor.-Hola, tu debes de ser Johnathan Mayers, Encantada soy Hanna Peinthel- me tiende la mano y yo la estrecho con la de ella -bueno lo único que tienes que hacer es que la gente se sienta a gusto y beban, la chica de los cócteles, se sitia allá- señaló un lugar del pub, donde se encontraba una melena larga y dorada -ah y si ahí algún percance con alguno sea quien sea, echalos a los que allan empezado el problema, aquí nunca ahí víctimas se trata a todo el mundo por igual, la segunda planta es por si necesitas un descanso, después te entragare la tarjeta para entrar, sólo tienes 30 minutos por día si pasas mucho tiempo ahí lo sabré y tendré que tomar medidas, se te permite beber pero no te pases, es como si estuvieras de incógnito- asenti y me fui
Me dirigi hacia la parte de atrás donde ponemos nuestros bolsos en unas grandes taquillas, ahí tenemos agua que nos facilita la empresa con una nevera pequeña para enfriarla, ropa que traemos nosotros, y a fin de mes a parte de el dinero nos facilitan vales para comprar ropa de marca para el trabajo y estar presentables. Sinceramente es el primer trabajo donde me siento cómodo y ni siquiera he empezado.
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He reconizodo a varias personas, gente anunciada en la calle, niños ricos y Jack, aparte de la chica de los cócteles que creó haberla visto antes en el instituto.
-Hola guapo- me ronronea una señora que podría ser mi santísima abuela
-Hola... Señora...- le insinuó para que me diga su apellido
-señorita Martinez- se hace la ofendida- pero llámame Mercedes, sólo por ser tu- me guiña el ojo, algo que me repugna, aunque por mi trabajo me hago un poco el indiferente.
Después de 30 minutos esta borracha hasta las trancas y la he tenido que echar, pero antes llame a su chofer, no soy tan mala persona.Cuando termine mi turno, fui a los camerinos por así llamarlo pero cuando abrí la puerta, ya que lo hice tan fuerte le di a alguien que estaba detrás de esta.
Mierda, era la única palabra que resonaba en mi cabeza, una y otra vez.
Entre con cuidado, de no hacerle más daño a quien fuera que le había causado un hematoma en la frente, y para mi mayor sorpresa es la chica de los cócteles. Me agache, y la vi sobandose la frente, tenía el rostro pálido y la frente morada.
-Hey, perdón, ¿Estas bien?- ella tenía los ojos bastante apretados en signo de que el dolor era bastante -ven, te ayudo a levantarte- la cojo por la espalda, para sentarla en uno de los bancos, abre los ojos lentamente y se queda anonadado cuando me ve
-Si,aunque me duele la cabeza...- de repente se desmaya y no me queda de otra que coger su bolsa y la mía para buscar una solución.Todo el mundo se ha ido de aquí y le tocaba cerrar el local a la chicacóctel, apagó las luces y carteles luminiscentes y cierro la puerta, para activar la alarma.
Me subo al coche para dejar a la chica en su casa, pero adivinen no se en donde puñetas esta.
Después de pensar y pensar decido llevarla a mi casa.Cuando llegue llame a Nathan, para que me ayudara a subir los bolsos, parece que estaba dormido porque cuando bajo se esta sobando los ojos, cuando término miro a la chica y los ojos casi se le salen de las órbitas.
-¿Qué le has hecho a Marie, Johnathan Mayers?- dice enfadado y con voz ronca a causa de acabar de despertarse
-Tranquilo, sólo cuando entre en los vestidores le di muy fuerte con la puerta y se desmayo, ¿Con qué así se llama?¿Sabes por casualidad donde vive?- el niega -bueno pues coje los bolsos y dejalos en mi habitación- el lo hace sin rechistar.Cojo a Marie como bebé y la llevó a mi habitación, donde Nathaniel dejó los bolsos en uno de los sillones. Lo único que consigo percibir de ella es que duerme como un tronco si no le hubiera mirado el pulso, y ver como su pecho sube y baja a consecuencia de la respiración diría que esta muerta y también que la ropa es bastante incómoda para dormir, buscó en mi armario algo para ponerle de pijama, me decido a una camiseta un poco larga para que le sirva de camisón, y ahora viene lo difícil.
Comienzo por los zapatos y los calcetines, demostrándome unos pies suaves y las uñas pintadas de un rosa intenso casi rojo, después el pantalón, enseñándome una lencería negra con decoraciones en encaje también negra, y por último la camiseta con el sujetador igual que la lencería.
Dios que mujer.Le pongo rápido la camiseta que hará de traje esta noche y me voy a cambiar dejó mi torso desnudo y llevó un pantalón gris suelto con pretina en los tobillos.
Estoy decidiendo en donde dormir.
1.- El suelo: duró y frío
2.- El sillón: pequeño e incomodo
3.- Mi cama: blandita, calentita y comoda pero con una chiva que apenas conozco(por no decir nada).Sin duda la tres, lo siento Marie pero eres tu la que se apoderó de mi cama, bajo para dejarle un ibuprofeno y un vaso de agua encima de la mesita de noche.
Me lavo los dientes antes de irme de acostarme y la siento farbullar.
-Jackipoo dame un abrazito- me río un poco por el apodo que tiene, pero me detengo, al pensar en el nombre Jack lo único que espero sea el Jack que yo conozco por que si no estoy más que muerto.
Minutos después me duermo dejando todos mis problemas a un lado.