Era una noche común, la luna era grande y pocas estrellas adornaban la noche.
Ella se miraba al espejo mientras se disponía para retirar de su rostro el maquillaje que disimulaba sus pocas ganas de sonreír, su rímel había tomado forma de lágrimas así que se veía patética y para ella sería una desgracia que alguien la viera así, siendo ella tan alegre y tan resplandeciente, paso un pañuelo por sus ojos y por todo su rostro se había deshecho de todo el maquillaje que la acompañaba a diario y sin maquillaje cualquiera le quitaría unos 2 o 3 años de edad, cogió su cabello en una cola, y lo cepillo, en ese momento era tan natural, tan hermosa, tan ella.
De pronto alguien golpeo la puerta de su casa.
¡Es tarde, no son horas de estar buscando direcciones!-Exclamo-
Al abrir se llevó una gran sorpresa al ver de quien se trataba, era su ex pareja, hace pocos días habían acabado con esa relación, él había sido el pionero de esta decisión, le había causado un daño terrible y ella lo que menos quería era verlo.
El silencio al verse frente a frente era tan profundo que podía perforar el pensamiento de cualquiera, él se veía tranquilo, y tenía cara de no haber llorado, en cambio ella se veía pálida, ojerosa y tenía cara de que lloraba en las noches.
-¿A que vienes? -Pregunto ella, con un tono tranquilo, rompiendo el silencio porque no podía soportarlo.
- Necesitaba verte, te extraño-Dijo él con un gesto de arrepentimiento.
-¡Cómo pudiste! Decía ella mientras lágrimas caían por su mejilla, era difícil sostener ese nudo en la garganta, y a pesar de que era una mujer muy fuerte y solía sonreír en todo momento, esta vez no pudo contener las lágrimas.
En el silencio de esta noche, solo se podía oír la brisa y algunos autos acelerar y ahora discutiendo quizás sola reprochaba y cuestionaba:
-Lo entregue todo por ti, confié en ti, y no me importo tu pasado, así fuera evidente que algún día lo repetirías. -Fui una tonta- Dijo mientras respiraba suave.
-¿Acaso no piensas en cómo me estoy sintiendo?
-¿Qué sucedió con tu "nunca lo haría"?
-¿Porque me haces esto?
Ella seguía reprochándose y cuestionando cada uno de los hechos.
Mientras tanto él no decía ninguna palabra, giraba su cabeza y trataba de hacer poco contacto visual con ella, él era el tipo de hombre al que le gusta mentir, el hombre que ya estaba acostumbrado a este tipo de situaciones por mujeres que había dejado antes, por lo tanto este asunto de romper corazones para el era algo común pero esta vez algo era diferente, algo sucedía. -Dime como tuviste el valor de mentirme mirándome a los ojos y muchas veces hacerme sentir culpable de lo que era solamente tu culpa.
-Definitivamente desde ahora cualquier cosa podría esperar de ti, y esto no ha de asombrarme.
-¡Vete! Exclamo un poco agitada.
Él se lanzó a sus brazos y le abrazo tan fuerte, que ella empezó a llorar sin consuelo alguno, pasaron largos minutos abrazados mientras ella lloraba y el trataba de hacerse el fuerte.
Ya cuando ella se encontraba tranquila, se sentó en una de las escaleras que se encontraban afuera de su casa, y le dijo a el: Dime algo, dime que quieres, explícame, hazme entender que sucede.
El respiro hondo, y destaco cada una de sus estúpidas actitudes, y se arrepintió por todo el daño causado esto fue en medio de una hora.
Ella lo amaba tanto, que a pesar de que la hubiera destruido, ella deseaba besarlo, y guardaba la esperanza de que algún día lindos momentos volvieran junto con él.
Ella no guardaba rencor, era una mujer madura en este tipo de cosas aunque tuviera muy poca experiencia, agarro la mano de aquel hombre, la acaricio como solía hacerlo antes, sonrió y levanto su mirada, lo miro a los ojos, sus ojos hinchados y rojos de tanta tristeza derramada querían decirle lo mucho que deseaba tenerlo con ella, pero con el dolor mas grande y dejando ir su anhelo le dijo:
........CONTINUARA........