~Ecuación Perfecta~ Skandar Keynes y tú

Capítulo 35

-fin de la llamada-

Solté el teléfono, subí mi mirada cristalina por las lágrimas, dirigiendo mis ojos a los de aquella rubia que me veían con superioridad.

Brit: -sonrisa- ya la puedes desatar

La roce son un ligero empujón de hombro, con unas cuantas lagrimas cayendo por mis mejillas, desate a mi mejor amiga de esa incomoda silla

Tu: ya vámonos

Rowena se puso de pie, la agarre de la muñeca y la conduje desde la fría sala hasta la puerta principal de la rosada mansión. Saliendo de la mansión recorrimos su jardín para llegar a mi auto

Row: no tuviste que hacer eso...

Tu: ¿hacer que Rowena? Eres mi mejor amiga, ¡como no lo iba a hacer! Eres mi hermana, mi mayor confidente, mi madre en algunas ocasiones

Row: tú también eres mi mama, ¿te acuerdas de ese día donde estaba ebria y me sacaste del bar?...a los tres minutos se escucharon disparos adentro del bar ¡tu salvaste mi vida!. Y... y nunca dije gracias...

Tu: -risa- ¡claro que lo agradeciste! Cuando recuperaste el sentido de razón me lo agradeciste por una semana completa

Row: cierto, pero no es lo suficiente, me has salvado la vida dos veces

Tu: no hay nada que agradecer

Row: si lo hay...

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Tu: ¡YA! ¡Ya estoy harta Emma! ¡Acabaste con mi paciencia!

Emma: ¡solo te hice una pregunta!

Tu: ¡no me importa lo que hayas dicho! Sabes que eso es...complicado, no quiero que vuelvas a insistir sobre ese tema. Ahora vete a dormir ya es tarde

Con lágrimas en los ojos, mi hermana menor me dio la espalda. Con unos pasitos, subió las escaleras dejándome sola en mi sala. Entre mi afán por ver la noticias y pensar en que riesgo pasaba, algo interrumpió de concentración. El timbre no dejaba de sonar -¡YA VOY!- grite mientras caminaba hacia la puerta

Tu: Skandar... -agache la mirada-

Skan: solo quiero una explicación, porfavor

Tu: No hay nada que explicar, no sé porque vienes a gastar tu tiempo aquí