Siempre me ha gustado alardear de lo independiente que soy, y ese siempre ha sido el problema. Quizás soy demasiado independiente y por eso la gente suele hartarse rápido de mí, porque no soy lo que esperan. Porque no soy lo que quieren que sea.
Siempre he tenido ese sentimiento de que estaba decepcionando a alguien, da la casualidad de que es lo que está pasando.
Digamos que yo siempre he sido mía, por decirlo de alguna forma, y ese ha sido el problema.
El problema en esta sociedad es que no hay una caja que ponga, Yo soy mío; nos han inculcado que en algún momento de nuestras vidas ya no será nuestra. Bueno, seamos francos, no nos lo han dicho exactamente así, pero básicamente sin darnos cuenta es como acabamos.
La sociedad, o los padres, o las personas que forman la sociedad, porque básicamente la sociedad no es más que personas; nos enseña como algún día nos enamoraremos únicamente de una sola persona y con ella pasaremos el resto de nuestra vida. A la cual amaremos por encima de nosotros mismos, lo que nos hará abandonarnos; tras eso llegaran nuestros hijos y ellos se ocuparan de nuestro tiempo y nuestra propia persona.
Pero, eh, no me malinterpretéis no estoy en contra de esto, es más, yo misma vivo poniendo la felicidad de muchas personas por delante; pero no lo siento, dudo que algún día vayas a conocerme realmente.
Yo no quepo en una caja, ¿tú?
