Madison
Golpeo la suela de mis botas contra el piso repetidas veces, tratando una vez más de liberar la tensión mientras mi madre termina de servir el desayuno.
—No estarás sola ¿verdad?—pregunta volteándo a verme discretamente por el rabillo del ojo.
Me levanto del sofá de cuero negro y me acerco al desayunador.
Nuestra relación ha mejorado notablemente gracias a alcohólicos anónimos y las sesiones de psicología a las cuales estuvimos asistiendo por unos meses, sin embargo no somos las clásicas madres e hijas que se llevan bien, se cuentan sus secretos y ese tipo de cosas, hemos mejorado, sí, pero eso no quiere decir que le cuente lo que pienso al respecto de algo, creo que eso es algo que cada quién debe ganarse y ella no ha logrado transmitirme la confianza necesaria para lograr hacerme hablar de mis preocupaciones.—No, estaré con Debbie—le tranquilizo
Ella suelta un suspiro y se voltea con ambos platos de comida.
He decido mudarme a Boston, espero estar mejor allá, es decir, es fuera de un continente, es demasiada distancia para alguien que ni siquiera a salido de su propia aura de conformidad, jamás he salido del país, mucho menos del continente, lo cual obviamente me asusta, no le temo a los aviones, le temo a las posibles amenzas a las que puedo estar expuesta, sin embargo, después de aquella experiencia, no creo ser tan débil como antes lo creía.Le sonrío y agradezco tomándo el platillo.
Desde hace ya un año y 10 meses que pasó eso, realmente agradezco haber podido vivir algo tan real, fue muy doloroso darte cuenta que solo había sido un sueño, pero al menos sabes que en algún lugar del universo, todo eso realmente pasó, lo cual es algo reconfortante. Por otro lado mi psicosis se volvió aún más tremenda, los primeros meses no lograba diferenciar entre lo que era verdad y lo que no; sufrí bastante esos días; ¿Cómo no?, ¿quién no se sentiría desesperada de saber si había algo de verdad después de toda una mentira? Era bastante doloroso siquiera pensarlo.
Los demás días solo parecía hacerse cada vez peor, caí en un estado de negación y depresión, a un punto en el que no aceptaba siquiera el estar allí y no con él, fue un desastre.
Al cabo de unos meses, recibí la llamada de Debbie, no habíamos hablado desde hacían casi 2 meses, claramente después de que se fuera a Boston, así que ella básicamente llamó para hacerme sentir mejor conmigo misma, ella es el punto de todo esto, ella es la causante de que ahora este a unas horas de abordar un avión hacia allá, lo cual le agradezco sin esa llamada quizá aún seguiría comiendo helado todo el día mientras lloro y me destruyo mentalmente escuchando Don't You Remember de Adele.—Está bien, estarás bien ¿no?—ella pregunta sin alzar la vista.
Me quedo en silencio obligándola a mirarme a los ojos.
Le sonrío una vez más y asiento tratando de tranquilizarla, pero puedo notar que no ha quedado satisfecha con mi respuesta.Mi padre ha estado de viaje los últimos meses, también ha cambiado nuestra relación muchísimo, sin embargo su relación con mi madre va desmoronándose cada vez más. Mi madre dejó de tomar pero fue muy tarde para que eso solucionara los problemas que su relación tenía. Supongo que ellos ya no tienen arreglo; nos hemos dado cuenta de que tiene una hija fuera del matrimonio, por lo que sé debe tener la edad que ahora podría tener Ciara, 23 años. No la conozco y no me dejaría nada bueno hacerlo, ni a ella ni a su madre.
Siento algo de lástima por mi madre, dejarla sola en estos momentos, quizá no sea buena idea, pero si no salgo ahora, no podré hacerlo jamás. No me enorgullece decir que se ha ído quedándo sola por ella misma, tal vez si tenga la culpa de su soledad, pero no creo que sea la mejor manera de hacerla cambiar, existen otros métodos, la psicología por ejemplo, hasta ahora le ha servido; ya no se desquita su furia conmigo, su alcoholismo se ha ido, es lo único que se ha cumplido de mi sueño, que mi madre ha cambiado, ahora puedo notar que le importo y me quiere, a su manera pero me quiere.—Si, no te preocupes—le tranquilizo esbozando una sonrisa sincera.
—Bien—murmura
—¿Me ayudarías con mis maletas?—le pregunto antes de dejar el plato en el fregadero.
Ella asiente y se adelanta subiendo las escaleras.Para cuando llego ella ya está halando una maleta hacia el pasillo. Me parece tan irreal todo esto, sobre todo ahora que ha pasado de todo y el hecho de que esté yéndome para otro continente, es simplemente abrumador, estoy convencida de que quiero hacerlo, pero sigo temiéndole a todo.
La habitación parece tan simple, tan vacía que me asusta, ¿algún día volveré? No lo sé, no puedo siquiera suponerlo, no tengo muchas razones fuertes para sentirme atada a este lugar, mucho menos ahora que ni mi padre, ni mi madre vivirán aquí. Por lo que sé mi madre conservará un pequeño departamento en el centro que ambos compraron con el dinero de la venta de la casa, mi padre honestamente no sé que hará de su vida, si se irá con su amada y su otra hija o seguirá tratando inútilmente de reconstruir un matrimonio que está literalmente en escombros.
—Es diferente ahora ¿no crees?
—Sí, lo es—suspiro.
Ahora sí se puede ver el color de las paredes, puesto que ya no hay ni un sólo poster en ellas.
Ni siquiera mis marcas gastadas de navajas, todo ha sido remodelado por los futuros dueños de la propiedad.
De cualquier manera, no me hará mal tener la última impresión de esta manera, paredes blancas, piso alfombrado beige, casi parece perfecto, como si nunca hubiese pasado nada aquí.Me sorprende ver que aún hay un poco del antigüo techo, aún luce desgastado y con claras marcas de tornillos y clavos donde estuvieron algunos de mis posters pegados.
—Me aseguraré de que nadie tome a Buddy—sonríe.
Mis ojos se abren cuál platos ante la mención de "Buddy".
Buddy solía ser un caballito de madera de Ciara que logré conservar, sin embargo nunca lo usé, ni siquiera me animaba a verlo, ni a pensar en él, sólo existía el conocimiento de su existencia.—¿Dónde está?—pregunto casi de inmediato
—En el departamento, quise guardarlo allí, si no te molesta..
—No, no te preocupes consérvalo—le sonrío y me despido mentalmente de la que fue mi habitación.
Ambas dejamos las maletas en la entrada principal para simplemente esperar al taxista que me llevará al aeropuerto.
[...]
—Cuídate, te quiero cariño—mi madre besa mi frente y me estrecha levemente hacia su pecho.
La abrazo y suspiro melancólicamente sobre su cuello, me gustaría admitir que extrañaré un poco su denso olor a vainilla y no a alcohol y su delicioso café mañanero.
—También te quiero—le susurro.
Me suelta para dedicarme una sonrisa y luego dejarme subir al taxi.
Conforme el coche avanza más pequeña se hace, puedo verla por unos 2 minutos más hasta ver como da media vuelta y entra a la casa.
Sigo viendo el camino por la ventana mientras Mariah Carey me canta al oído 'Hero' .El resto del viaje sigo tan tranquila como puedo, aún cuando los nervios me aturden, puedo controlarme.
Finalmente llego al aeropuerto, el hombre robusto que conduce el taxi me ayuda con el equipaje hasta llegar a mi sala de espera.
Al cabo de casi 1 hora y media, al fin es tiempo del chequeo de equipaje y revisión de documentos.
Gracias al cielo, mi equipaje y yo pasamos sin problemas al área de segunda clase del avión.
Y después de otra hora y media el avión despega de Reino Unido a Los Estados Unidos de América.N/A
Hola lamento la tardanza con el prólogo, se suponía que iba a subirlo junto con la sinopsis pero tuve un problema con wattpad que no guardó lo que tenía escrito y bueno tuve que comenzar de nuevo. De cualquier manera, espero les guste el trailer y espero les guste la segunda temporada, les prometo más lágrimas (lol).
¡Saludos!
♡ReidGubler♡