capítulo 2.

85 8 2
                                    

Me despierto algo mareada sin saber por qué.
-Hola cariño, ¿cómo estás?- dice mi madre sentada en el sillón de la habitación del hospital.
-¿Tú qué crees? Quiero salir de aquí ya.
-Pronto volveremos a casa, y de seguro con la nueva psicóloga te ayudará mucho más.
-¿Para qué ir? Vas a gastar dinero para nada y de todas formas no pienso ir.
-Danielle, por favor, pon un poco de tu parte. Hazlo por mí, entiendeme. Quiero que seas feliz y lleves una vida normal como todas las niñas de tu edad. Hagamos un trato, si esta psicóloga no puede ayudarte, no irás a ninguna más.
Acepto el trato para que se vaya y me deje sola. No quiero hablar con nadie.
Llaman a la puerta.
Genial. ¿Es que no me pueden dejar ni un puto minuto sola?
-Quien quiera que seas, se rápido y no tardes.- digo bordemente.
-Te iba a dar el alta mañana, pero esta mañana te has vuelto loca, ibas a escaparte y llegó una enfermera pero tú la amenazaste con que te ibas a tirar por la ventana. Por suerte, pasé por ahí y te puse un calmante. Es por eso que seguramente te hayas despertado mareada.
Así que ahora todo tiene sentido. Vaya qué novedad, intentar escaparme.
Al ver que no respondo, sigue hablando.
-Así que te vas a quedar una semana más.
-¿Qué? ¿No te basta con que vaya a ese puto psicólogo? ¿Por qué todos os tenéis que preocupar por mí joder? ¡Es mi puta vida, dejadme ya en paz!
-Porque no queremos que te pase cosas peores. Ahora cálmate.
Sale de la habitación y me quedo mirando a la pared blanca.
***
Durante toda semana, me paso casi todo el tiempo durmiendo, aunque la semana se me ha pasado eterna, por fin hoy por la tarde me dan el alta.
Mi madre se encuentra a mi lado derecho de la cama y el doctor en la izquierda.
-Todos los miércoles vas a ir al psicólogo, y como mañana ya es miércoles, pues va a ser la primera sesión.-me dice el doctor sonriendo.
-Está bien, ¿cuándo puedo salir de aquí? ¿No se supone que hoy me daban el alta?
-Y claro, puedes ir recogiendo tus cosas y dentro de media hora vendré a darle los informes a tu madre.
¡Por fin! Parecía que nunca iba a salir de está mierda de habitación.
***
Nada más llego a mi casa voy directamente a mi cuarto y me quedo allí el restante de la tarde y cuando me doy cuenta ya es de día.
-¡Buenos días hija! Date un baño y baja a desayunar para irnos.
Sin ganas me doy un baño, quedándome media hora bajo el agua. Me visto con unos pantalones negros y una camiseta negra de mangas cortas que pone "SCORPIONS" acompañado de mis convers negras también.
Cepillo mi cabello largo rubio y  bajo.
-No tengo hambre.- le digo antes de que pueda decirme algo.
-Pero tienes que comer algo.
-Pero no tengo hambre, así que ya. Voy a ir al psicólogo, así que déjame sin desayunar.
***
Para cuando llegamos mi madre se queda fuera esperando y bueno, había algo en ella diferente a los demás.
-Hola, tú debes de ser Danielle, yo soy Debison, pero puedes llamarme Zoe.- parece simpática. Es bonita, morena con ojos verdes.
-Sí, soy yo.
-Bueno, ¿quien es tu mejor amiga?-río por la estúpida pregunta que hace.
-No tengo. Tenía. Se llamaba Elisabeth.
-¿Y tus padres?
-Se separaron cuando yo tenía siete años, mi padre nos abandonó y mi madre trabajaba para que pudiéramos comer.
-Una infancia un poco difícil parece.
-Lo fue.
-¿Danielle por qué te cortas?
-¿Te parecen pocas razones? Siempre he estado sola, he tenido que independizarme desde los siete años. Estorbo para las personas, soy una mierda y no sirvo para nada.
-No digas eso. Lo que pasa es que no has tenido tiempo para encontrar tu verdadera vocación. Estás demasiado concentrada en lo mal que te va todo que no ves la gente que te quiere. El próximo día voy a hacerte una regresión, quiero enseñarte algo.
-¿Qué mierda es una regresión?
-Es una especie de hipnosis, te hace volver a algún momento de tu pasado y volver a vivirlo.
-Pero si tú no sabes nada de mi pasado, ¿cómo lo vas a hacer?
-Danielle, tu madre me ha contado cosas tuyas que incluso tú no sabes y te lo mostraré.
¿Mi madre también escondiéndome cosas? ¿Por qué? No entiendo.
-Entonces, ¿qué te parece?
Acepté porque no tenía más ganas de hablar y quería irme ya.
A decir verdad, era la primera psicóloga que no me terminaba de caer mal. No sé qué tenía que me hacía tener confianza en ella.

------------------------------------------------------
Huuola soy luucia aqui teneeis el segundo caap esperemoos quee os guustee :))

VacíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora