Prólogo.

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Era un día de invierno, nevaba y salía humo por cada uno de mis respiros.

Me acuerdo con perfecta exactitud de aquel día, aquel día que cambió todos los siguientes. Nunca sabes lo que te puede deparar el futuro, sólo sabes que tienes que vivir el presente.

15 de enero de 2010.

La espesa nieve que cae junto al viento incontrolable que remueve mis cabellos me ciega por completo. Intento salir de casa como puedo, con mi chaqueta de lana y mis botas forradas que no sirvan de mucho ante el intenso frío. Apenas logro salir del jardín cuando el viento me controla por completo y me derrumba.

"¿Qué...qué es esto?" Pronuncio, al notar que algo me ha protegido de caerme de narices al suelo.

Parecía una cabina de teléfono...pero distinta. Una cabina de teléfono con un aspecto retro, en mi vida había visto una así. Tenía color azul marino y parecía haber salido de la nada.

"¡CUBA, SOL, CALOR, ALLÁ VAMOS! ¡ALLONS-Y!" Oigo que un hombre dice, dentro de la cabina. "¿Qué? Dios...qué frío...No parece Cuba" Sale, con unos shorts y un colgante de flores. De repente, vuelve a entrar y sin tardar ni cinco segundos sale con un traje azul y una gabardina marrón. "Ey, ¿estás bien?" Me pregunta, con un dulce acento escocés que, de alguna forma, me atrae.

"Ah...sí, sí. Estoy bien. Sólo soy un poco torpe."

"Ven, entra."



Ni el tiempo ni el espacio. (Doctor Who Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora