1. « Introducción a mi caos. »

289 27 2
                                    

Sé que me prometí a mi mismo no volverte a escribir, ¿pero qué puedo hacer si lo necesito?

No te vuelvo a recordar por algo específico, en realidad no es a ti a quien se lo quiero decir. No es a ti a quien le quiero contar mis penas, mis tonterías, mis pocas alegrías, desde que no estás. No es a ti a quien quiero buscar, he roto hasta mi brújula, esa que marcaba donde te encontrabas, de tanto intentar llegar a ti, a pesar de que tú me cerraras las puertas. La rompí por la rabia, por la impotencia de que tengas a alguien más, pero aún así, te escribo. Aún así, no olvido el roce de tus labios con los míos. 

Permíteme retirarme, escayolar los pedazos de mi corazón, permíteme olvidarte, pero sobre todo permíteme echar los últimos vistazos a nuestro amor. Repasar cada recuerdo, recordar cada detalle, cada detalle que tú jamás supiste valorar. Y si estabas mal ahí estaba yo, recorriéndote el cuerpo a caricias, susurrándote que a pesar de que no fueran mías, yo sanaría esas heridas... Cuanto quisiera besarte, abrazarte y dominarte una vez más, cuanto quisiera hacer arte contigo, como seguir la trayectoria de ese recorrido que realizaba cuando lo hacíamos, de tu cuello hacia tu ombligo. Pero de eso ya se encarga él ahora, me limitaré a seguir escribiéndote, aunque tú ya estés escribiendo otra historia.

El arte de extrañarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora