Mirando a la luna

Prólogo

En el año 2001 el 28 de septiembre, llegó una bebe al mundo, su nombre sería Aissa Banderas, una niña pequeña, de ojos marrón oscuro, piel medio blanca, pelo negro largo rizado y muy juguetona, esta pequeña niña nos cuenta su historia: lograba recordar cosas que nadie podía, como lo que hizo a los 2 años y a los 11 meses de nacida, la mayoría de sus recuerdos son felices, según ella, porque vivían en el estado más frío de Venezuela, Mérida, en donde pasó la mitad de su vida, pero se mudaron cuando ella tenía 6 años al estado Bolívar, pero detrás de esta historia inocente hay un secreto: le hicieron bullying durante su infancia, y nunca se sintió aceptada, la cambiaron de colegio por la reputación de este, gracias a los rastros del bullying, Aissa no se pudo adaptar, hasta que apareció una luz, su mejor amiga hasta 1er año, Eillin Morillo, quien ayudó a Aissa a entender cosas que no entendía, las razones de tener pocos amigos son satíricas y con un toque de rabietas exageradas, había 3 compañeras que le caían mal, tan mal que de daban ganas de sacarlas del colegio, pero se tuvo que resignar a soportar (casi nunca) sus bromas tontas, el problema era que Aissa explotaba con facilidad a cualquier broma, incluso la más inocente, o iba a buscar a un adulto por ayuda, o se lanzaba a golpes hacia sus "agresores" según ella, las niñas eran Daniela Ines, Isabel Chacón, y Fabbiana Scotty (esta persona existe) la última era... La más sifrina del salón, se creía la gran cosa, le encantaba fastidiar a Aissa y por eso ella la detestaba, las tres tenían las mismas razones para molestar a Aissa, su estatura, su apariencia física, su personalidad bipolar y su escasa vida social, la llamaron "bruja, oye aquí tengo la escoba, te falta el gorro ¡¡jajaja!!, Aissa is not people!!" y otras ridiculeces, aunque sus padres la alentaban a acercarse más a la gente, pero ella tenía la mirada en el pasado, mirando las cicatrices que no habían sanado del todo y se rehusaba a ser sociable