Capítulo 6

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一¿Estás segura de que quieres ir? Puedes quedarte en casa si quieres.

Ya he perdido algunos días de clase porque mis padres están obsesionados con mi seguridad. No me dejan salir sola de casa, y además me obligan ir a un psicólogo. ¿Cómo les tengo que explicar que estoy bien? Estoy empezando a creer que ahora estoy secuestrada de verdad. Mi madre me persigue a todos lados, ni siquiera puedo ir al baño sola, literalmente. Se queda junto a la puerta esperándome y preguntándome si todo va bien. Es mi madre, la quiero pero tengo ganas de matarla.

一Si, además le dije a Scarlett que hoy nos veríamos.

Todavía no he visto a Scarlett desde aquella noche. Apenas he hablado con ella. Cojo mis cosas y salgo de casa antes de que a mi madre se le ocurra acompañarme hasta el instituto, o peor, hasta la puerta de mi aula. Siete minutos más tarde ya estoy andando por los pasillos. Como ya había predicho, todos me miran al pasar por su lado. Intento llegar rápido al aula, sin escuchar lo que dicen de mi los alumnos del pasillo. Me siento en mi sitio y cruzo los brazos sobre la mesa.

一Christina.

Jake está en la puerta mirándome, parece sorprendido.

一Jake.

Se acerca a mi y me da un fuerte abrazo.

一Siento lo que te pasó, ¿estás bien? 一pregunto.

一Estoy bien, ¿y tu?

一Muy bien 一asiento con la cabeza.

Nos quedamos en silencio, mirándonos.

一Bonito colgante 一dice mirando la pequeña lágrima de cristal que cuelga de mi cuello.

一Es un regalo de cumpleaños.

Veo a Scarlett detrás de Jake entrando en el aula. Me aparto de él y voy esquivando las mesas de los demás alumnos. Mi amiga no tarda en verme y me recibe con los brazos abiertos. No nos separamos hasta que el profesor entra en el aula. Scarlett y yo nos sentamos en la última fila para poder hablar. Le cuento lo mismo que les he dicho a mis padres, a ella me cuesta más mentirle, pero no puedo ir diciendo que mis secuestradores me han tratado de maravilla. Me mirarían como a una loca.

一He estado viéndome con un chico 一me cuenta en la última hora de clases.

一Ah, muy bonito. Tu mejor amiga secuestrada y tu ligando por ahí 一bromeo.

Baja la vista al suelo, parece avergonzada. No pretendía que se sintiera así, solo era una broma.

一Cuéntame cómo es ese chico 一digo poniendo mi mano sobre su hombro.

一Es súper cariñoso, gracioso, guapo, tiene un cuerpo de escándalo. Es increíble. Siempre me hace reír, incluso cuando estaba triste porque tú no estabas aquí.

Sonríe mientras habla de ese chico. Había visto a Scarlett con algunos chicos pero nunca hablaba de ellos como lo hace con este. Solo espero que no se ilusione y luego le rompan el corazón.

一He quedado con él el viernes, podrías venir con nosotros.

一Oh, no. No voy a hacer de sujeta velas. Definitivamente no.

一Vamos, va a ser divertido. Solo quiero que le conozcas, si luego quieres irte te acompañaré a casa.

Me mira con cara de cachorrito, juntando sus dos manos.

一Esta bien...

Suena el timbre que indica que las clases han finalizado. Recojo mis cosas y me despido de Scarlett. Todos los alumnos van en la misma dirección, hacia la salida. Parecen ratas corriendo a por un trozo de queso. Es una comparación tonta, pero es lo que parece. Cuando por fin consigo salir alguien me llama.

一¡Christina!

A un lado de las escaleras de la entrada se encuentran Débora y Michael, la "super" pareja del instituto. Él es alto, moreno y tiene un cuerpo bien trabajado. Le conozco desde los cuatro años porque su madre y la mía son amigas y siempre nos dejaban jugando juntos. Pero desde que empezó a salir con ella y se hizo popular ha cambiado. Aunque en el fondo creo que sigue siendo el niño gordito que corría desnudo por el jardín de su casa. Débora es rubia y parece una niña buena, pero que no os engañe su cara bonita, siempre ha sido una arpía. Es peor que un grano en el culo.

Ni siquiera sé por qué me habla. Creo que el "código de los populares" prohíbe que hablen con alguien cómo yo.

一He oído que te habian secuestrado. Que pena que ya estés de vuelta, tenia la esperanza de no volver a verte 一sonrie.

一Débora 一la advierte Michael.

一¿Qué? Solo estoy siendo sincera con la pobre chica.

Si piensa que me va a herir o provocar con decirme eso está muy equivocada. He aprendido que para tener un año sin problemas en el instituto lo mejor es pasar totalmente de los populares. Concentrarte en tu propia vida y no en la de los demás. Cosa que Débora debería aprender.

Suspiro y los dejo hablando solos, ya veo que me han llamado para nada. Una mano rodea mi muñeca y hace que me de la vuelta.

一Quería decirte que me alegro de que estés bien.

一¿Desde cuándo te importa lo que me pase, Michael?

一Hemos crecido juntos, seguimos siendo amigos, ¿no?

一Supongo 一digo con indiferencia.

Me da un fuerte abrazo, al que tardo bastante en responder, y se marcha. Lleva casi dos años pasando de mi, sin dirigirme una sola palabra y ahora viene con esto, ¿qué le pasa a este chico?

一¿Como has podido abrazar a... eso? 一oigo preguntar a Débora antes de darme la vuelta y seguir mi camino.

Esta es la peor parte del día, el psicólogo. A un par de manzanas del instituto se encuentra un edificio de oficinas, y la consulta del psicólogo. Subo a la quinta planta en ascensor y espero a que me abran la puerta. No me parece muy bien que esté en la quinta planta ¿y si un paciente loco decide suicidarse y se tira por la ventana?

Un hombre de unos cuarenta años me abre la puerta y me deja pasar. Se llama Gideon. Él se sienta en un sillón de cuero y yo en un pequeño sofá de dos plazas.

一¿Cómo te encuentras hoy, Christina?

一Muy bien 一respondo de inmediato, siempre comenzamos la sesión con la misma pregunta y he aprendido que cuanto antes responda antes podré irme.

一¿Cómo ha ido tú día hoy?

一Como siempre.

一Hoy has vuelto al instituto, ¿ha ocurrido algo nuevo?

Pienso.

一Mi amigo de la infancia me ha hablado y me ha dado un abrazo después de casi dos años sin dirigirme la palabra.

一"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" 一dice一 seguramente al enterarse de lo que te había ocurrido se dio cuenta de que había una probabilidad de no volver a verte. Y ahora que estás aquí, querrá recuperar el tiempo perdido.

一Ya, bueno.

一¿Quieres hablar sobre algo en particular?

一No.

一Está bien. Creo que por hoy damos por finalizada la sesión.

Cojo mi mochila del suelo y salgo fuera sin despedirme. Mis padres están gastando su dinero en una tontería. Ya les he dicho que estoy bien, pero cómo siempre no me hacen caso.




En multimedia: Scarlett.



Mi secuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora