Capítulo 4

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Sigo entre los brazos de Derek, pero ahora estamos en la habitación. No sé cómo hemos llegado hasta aquí. En mi cabeza solo está la imagen del hombre cayendo al suelo con una bala en la cabeza y muchas más en el pecho. Se repite una y otra vez.

Miro a mi alrededor, estoy sentada sobre la cama con los brazos de Derek rodeándome y meciendome lentamente. Escucho el tranquilo latido de su corazón mientras me apoyo en él. Muevo un poco la cabeza para mirarle. Sus ojos azules me observan con detenimiento.

一Siento mucho que hayas tenido que ver eso.

Escondo la cara en su cuello, no quiero salir de esta burbuja que me rodea y volver al mundo real. Unos suaves golpes en la puerta llaman mi atención. Liam entra lentamente y cierra la puerta en silencio. Se acerca a nosotros y se arrodilla junto a la cama.

一Eh, niña 一susurra一 te he traído una de mis chocolatinas. Es de mis favoritas, te va a encantar.

Se que intenta animarme pero esto no lo voy a olvidar con una chocolatina, no todos los días se presencia un asesinato. ¿Pero por qué me habla susurrando? No estoy loca, ni tampoco acabo de salir del psiquiátrico.

一No me hables susurrando, que no estoy loca.

Siento a Derek sonreír sobre mi pelo. Liam frunce el ceño, y se levanta del suelo.

一¡Esta es mi niña!

一¿Tu niña? 一pregunta Derek.

一Vamos, no te pongas celoso ahora, ¡que nuestra niña ha vuelto!

一Yo no soy la niña de nadie.

一Ahora eres la nuestra 一dice abriendo la puerta para marcharse.

一Liam 一lo llamo, asoma la cabeza por la puerta一 quiero esa chocolatina.

Sonríe y me la tira, la pillo en el aire con las dos manos. Derek se ha apartado un poco, pero sigue a mi lado. Abro el envoltorio y lo parto por la mitad. Le doy un trozo a Derek. Doy el primer bocado, primero el sabor a chocolate con leche, seguido de una crema dulce blanca que contiene algo que explota mientras lo masticas. Es como tener fuegos artificiales en la boca.

El reloj de la mesilla marca las 16:54, he estado mucho tiempo absorta en mis pensamientos. Un grito agudo resuena por la casa desde la planta de abajo. Derek mira hacia la puerta con el ceño fruncido.

一Quédate aquí 一me dice.

Sale fuera cerrando la puerta de un golpe. Los gritos no cesan pero ahora son más bajos. Me echo hacia atrás en la cama y me rodeo las piernas con los brazos sin dejar de mirar a la puerta.

Han pasado veinte minutos, ya no hay gritos y nadie ha aparecido por aquí para decirme qué ha pasado. Me levanto de la cama y salgo. Bajo las escaleras sin hacer ruido, en el salón y en la cocina no hay nadie. Sigo por el largo pasillo que hay debajo de las escaleras. Las bombillas iluminan poco y todo está en silencio. Al adentrarme más empiezo a escuchar algo.

¿Eso son gemidos?

Vienen de detrás de una puerta casi al final del pasillo. Quizá hay alguien ahí encerrado. Pongo la mano sobre el pomo de la puerta e intento abrir.

一¡Eh! ¡Eh! ¿Qué haces?

Derek y Liam salen de la puerta del final del pasillo.

一Ahí hay alguien 一digo señalando la puerta.

一Sí, lo sé.

Me coge del brazo y me arrastra fuera de ese pasillo. Le miro con el ceño fruncido.

Mi secuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora