El otro mejor asesino y sus estudiantes.

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Era un día soleado, perfecto para partido. Yamamoto Takeshi, el líder del equipo de baseball de la escuela Namimori iba tranquilo y al frente, con su sonrisa típica de él, mientras posaba su mano en su gorra.

-¡¡Es un gran día!! - comentó con su despreocupada alegría habitual. 

Detrás de él, su equipo, que se sintió animado por su confianza, mientras entraban al pequeño estadio de la ciudad vecina; al mismo tiempo que el equipo local lo hacía por el otro lado, también guiados por su confiado líder morocho, Sugino. 


Fuera, Shiota Nagisa quedó mirando el colectivo de marca italiana y de apariencia cómoda del que un grupo de diez personas bajaban. Normalmente hubiese dejado de mirarlos tras las primeras tres chicas (dos de su edad y una mucho menor), cuando su instinto entrenado le advirtió de quedarse quieto.

Karma lo notó y miró el colectivo desde más cerca justo para ver al morocho con chaleco sobre los hombros bajarse del techo del colectivo. Se acercó con su sonrisa torcida. 

Nagisa estuvo absolutamente seguro que el encuentro de Karma y ese terrorífico morocho era algo que debía hacerlo huir cuanto antes cuando una sed de sangre los dejó a los tres helados. 

-¿Hibari-san? ¿Estabas aquí?

Karma sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Vio una versión castaña, de pelo corto y despeinado de su ex-mejor amigo, bajar del colectivo prácticamente con la cara, porque un bebé detrás de él le puso la traba y no pudo evitar caer. 

Con su patética entrada, Sawada Tsunayoshi obviamente no iba a gozar de mucho respeto con los estudiantes de su edad que se habían quedado mirando el colectivo. Pero no lo necesitaba. Ya en el piso, se giró para sentarse en canastita, acariciándose la nuca golpeada. Hayato Gokudera, su mano derecha, se precipitó a su lado, y ambos notaron que, en algún momento, lo que parecía una linda chica con el pelo celeste recogido, había llegado al lado del castaño y le tenía un pañuelo para secarse la transpiración.

-¿Estás bien, Tsuna?

-Oh, Nagisa- dijo el castaño- ¿También viniste al partido?


Toda la famiglia presente quedó helada. ¿En qué momento....? Tsuna ni se había inmutado, había rechazado el pañuelo con una de sus sonrisas, y había empezado a reír patéticamente, como siempre. Pero Gokudera y Ryohei estaban helados.

-Reborn-san...- Cuando Gokudera se giró al arcobaleno, sólo vio una nota "Les dejo el resto. Me voy a tomar algo"-¿qué....?


Al guardián de la tormenta, del sol, y de la niebla detrás de ellos, les dio un escalofrío. Era raro que Reborn sólo los dejase así como así. Pero lo de esa tal "Nagisa" Había sido escalofriante en toda ley. 

Pero no había terror en la tierra lo suficientemente grande como para que Gokudera se quedase quieto cuando alguien tocaba a su jefe. Iba a retarla, cuando Tsuna levantó una mano.

-Está bien, Gokudera-kun, él es mi primo; Nagisa Shiota. 

-¿Pri....mO?

Todos quedaron sorprendidos. Nagisa les sonrió. 

-¿Amigos de Tsuna?

-Si, Mis compañeros de clase.

Tsuna se levantó y sacudió el polvo de los pantalones. Nagisa se incorporó también, y notó las miradas de Ryohei(más disimulado) y Gokudera en su pecho unos segundos, hasta que parecieron convencidos que de verdad era hombre. Sonrió, mientras Karma y Terasaka se acercaban.

-Estos son mis compañeros de clase. Él es Karma Akabane-kun.... aunque ya lo conoces, Tsuna -Karma y Tsuna se saludaron con un gesto que indicaba que no se recordaban- y ÉL es Terasaka Ryoma-kun.... Ellos son mi Primo, Tsunayoshi Sawada, y....

-Mis amigos y compañeros, Lambo- presentó Tsuna, agarrando al pequeño- Hayato Gokudera...

-¡SU MANO DERECHA!

Aclaró el peliplata, lo que causó gran interés en Karma y le hizo sonreír de costado levantando el mentón. 

-Ryohei Sasagawa, y Chome Dokuro....y... por allá están Kyoko Sasagawa, Haru Miura e I-Pin.... y estoy bastante seguro que Hibari-san estaba por aquí...


-Pues de los nuestros, vinieron Itona, Korosensei y Rio.... Fueron a reservar lugares....- añadió Karma.

-Oh, cierto, ¡esto es raro! -Dijo Terasaka, recordándolo de repente- ¡Korosensei no está por ningún lado!

Iban a ir a buscarlo, mientras los Vongola harían lo propio con su katekyoshi, cuando el timbre de inicio del partido los hizo correr a los lugares: los senseis eran grandes, (aunque uno era un bebé), sabrían cuidarse solos).


Mientras, entre la multitud, el bebé miraba al pulpo semi- humanoide mientras le servía sake; y recibía una mirada inquisitiva de su interlocutor. 

-No estás en tu mejor forma, Shinigami.... podría patearte el trasero ahora.

-Nurufufuffufu - el sensei rápidamente se tornó rosado, en signo de subestimación- No quiero que me lo diga un bebé que no llega a la velocidad de un auto. Te has vuelto lento, ....

Antes que Korosensei pudiese terminar la frase con el nombre que Reborn solía usar, la pistola de Reborn estuvo apoyada en su corbata, antes que él pudiese notarlo.

-Mi nombre es Reborn. No uses el nombre de cuando no tenía mi maldición. He renacido. 

-Entonces, tampoco me digas Shinigami, ese es mi nombre del pasado, Reborn-san. Ahora, como verás, también renací; me llamo Korosensei.

-¿"Korosensei"?

-Si. Soy profesor, y es el nombre que me pusieron mis alumnos. "Korosenai-sensei".

-Oh. Parece que los asesinos malditos estamos marcados por la enseñanza. ¿Uno de los tuyos juega hoy?

-Así es. ¿Y parece que tienes representantes en Namimori-chuu?

-Je. Interesante. Veamos cuál de los dos entrenó mejor a sus tropas, "Korosensei".

-No desearía otra cosa, "Reborn"-san.

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