my slave (levi x eren snk)

prologo

Aquella noche mientras el viento soplaba lentamente y la enorme luna los alumbraba, de los delicados y resecos labios de aquel chico se escaparon aquellas palabras que cambiarían su vida para bien o para mal, nadie lo sabia aún.

― Yo, quiero pertenecerle. le suplico que me acepte a cambio.―

Una ráfaga de viento alboroto los cabellos de ambos. Levi observaba con una expresión de repulsión a aquel que se encontraba frente a el.

― ¿De que le serviría a mi hijo un mocoso como tu?― pregunto arrogante el padre del menor.

Eren tardo en responder, dándole algo de razón a el hombre.

― Le juro que yo puedo hacer todo lo que hacía mi padre. El esta realmente agradecido con su familia pero ya no puede servirles mas... Es por eso que yo estoy aquí para servirles como lo solía hacer mi padre.― su rostro parecía contraído por una fuerte desesperación, haciendo creer que de aquellos grandes ojos esmeraldas comenzarían a llenarse de lagrimas.

Levi era un experto a la hora de no mostrar sus sentimientos, siempre permanecía con aquel rostro, inexpresivo y vacío, pero esa vez un montón de sentimientos se apoderaron de el dando como resultado un rostro totalmente anonadado.

Eren lentamente se hincaba en el sucio suelo frente a aquella figura a la cual quería pertenecer. Una fría lagrima rodó sobre la mejilla de aquel inocente joven.

― Por favor... déjeme permanecer a su lado. ― suplico con el rostro hacía abajo.

" ¿Porque ruega tanto? " se pregunto mentalmente el de ojos grisáceos.

Con su mano alzo la barbilla de Eren, para así poder observarlo detalladamente y a su vez intimidarlo con su fría mirada. Ni siquiera el podría negar que aquellos ojos eran algo sorprendente de mirar.

― ¿Eso es realmente lo que tu quieres? ― pregunto sin desviar la mirada de aquel joven.

― ...si ―

― Esta bien... ― comenzó levi

― ¡Levi! ¿de que diablos te servirá? ― grito histérico el viejo.

― Ese no es asunto tuyo. al fin y al cabo el es mio ¿no es así Eren? ― sonrío ligeramente hacía su nueva pertenencia.

Eren observo por primera vez el rostro de su dueño y sin siquiera notarlo se encontraba sumergido en aquellos grises luceros.

― ¿No te piensas levantar? ― pregunto algo molesto. ― vamos levántate ― extendío su mano a hacía el menor, la cara del castaño se ilumino con una sonrisa de gratitud y correspondió al acto, al incorporarse por completo se percato de que era mas alto que su dueño, sin querer soltó una risilla.

―¿De que rayos te burlas?― pregunto seco el de los iris grisáceos.

" Quizás esto no sea tan malo después de todo " ppensó aquel iluso chico que desconocía por completo lo sucedería después de aquella noche donde todo cambiaría incluyendo a la traicionera luna.