desperté, naranjita me estaba viendo.
-bien, ahora mi dinero guapo
-que?
-tu querías una gran noche con migo, ahora necesito mi paga -maldita, por eso el dicho "nunca confíes en una naranja"
-pero...amor mío
-vete a la mierda, Félix
-pero...yo...soy -me golpeó muy fuerte y se fue.
Me tiré al lado de un charco a llorar.
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La Caquita Félix
HumorSólo soy una Caquita sin rumbo alguno. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.