Prólogo

136 6 0
                                    

Estoy corriendo, algo me hace seguir corriendo, una voz en mi cabeza.

Corre.
Corre.
Corre.

Cada vez corro más rápido, no sé de donde saco las fuerzas. Empiezo a notar un cosquilleo en los pies, lo que me obliga a descansar un poco contradiciendo a esa voz y me miro hacia abajo.

En lugar de tener pies me encuentro con garras, pero eso no es lo extraño, me asusto de que me parezca normal.

Empiezo a escuchar pisadas, pero no como si fueran zapatos era algo mucho mas grande.

Sin yo quererlo empiezo a correr otra vez.

Tengo frío.

Hay mucha niebla y está oscuro.

Miro hacia atrás y no hay nada, solo oscuridad y esas molestas pisadas.

Es cuando aprecio a un búho en el árbol delante de mí. De reojo veo pasar rápidamente por detrás de mí una sombra. En ese momento me tropiezo con el vestido blanco que llevo y caigo al suelo. Con velocidad me levanto y hago caso omiso al dolor de mi brazo.

Después de lo que me parecen horas corriendo acabo con el vestido hecho girones y lleno de barro.

No veo nada.

Empiezo a oír gritos.

De verdad no veo nada, es todo negro.

Pensaba que después de irme de ese infierno todo cambiaría.

FlechazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora