Nos encontrábamos en la playa tomando unas bebidas para refrescarnos y por extraño que parezca estábamos libres de alcohol.
- He tenido tanto sexo que ya estoy pensando en jubilarme - el comentario estúpido de Erick en otro momento me habría dado risa pero en ese instante me causó un desagrado irracional.
- Yo no haría eso jamás, bueno por lo menos hasta que mi amiguito siga funcionando - intervino Alejandro quien al parecer también estaba contagiado del buen humor, yo era el único amargado que me mantenía serio y al margen de la charla.
- ¿Y tu que tal, eh? Ni siquiera has salido con nosotros - expresó sin interés Erick.
- Es verdad, nos tienes abandonados - parecía que Alex apoyaba todo lo que el otro idiota decía, suspiré para calmarme ya que no tenía intención de discutir con mis amigos, sobre todo porque no tenía ningún motivo válido para hacerlo.
- Prometo que mañana iré con ustedes - les dije con cierto grado de despreocupación.
- ¿Mañana? ¿Y por qué no hoy? - Erick en muchas ocasiones me resultaba molesto, siempre creí que se comportaba como un líder, intentando que Alex y yo hiciéramos lo que el deseaba pero la verdad es que a mi siempre me ha gustado hacer lo que me de la gana y no ser el subordinado de nadie.
- Hoy tengo algo importante que hacer - les dije sin darle importancia al asunto, son mis amigos pero desde que pasó lo de Miriam he dejado las cosas personales de lado. Somos amigo de reventón y desmadre y cuando mucho visitas en el hospital y cosas parecidas pero como ninguno de los tres tiene novia pues no hay nada sentimental que contar.
- Y eso tan importante que tienes que hacer ¿Será que tenga nombre? ¿Y tetas? - Erick es muy inteligente y se que sospecha que hay una chica pero no tengo intenciones de hablarles de Elisa.
- Por que mejor no nos cuentas con cuantas chicas te has acostado, a ti se te da muy bien hablar de las mujeres - le respondí ignorando deliberadamente su pregunta - Ya sabes a que me refiero, o es que ya te gusta el mismo género.
- Vete a la mierda pendejo - me molesté tanto como él pero permanecí impasible, una era estar molesto y otra que me lanzara sobre él para batirlo a puños, después de todo era mi amigo y había estado conmigo en el peor momento de mi vida hasta ese momento.
- Ya chicos, dejen sus pendejadas para otro momento - el buen Alex siempre intervenía para calmar los ánimos, yo tenía un carácter de lo más explosivo mientras que a Erick le encantaba el protagonismo y en especial provocarme - Miren los cueros que están allá.
Los tres miramos en la misma dirección y yo estaba que no lo creía, Elisa iba caminando por la playa con un bikini rojo y otra chica, su amiga supongo, con un bikini en color azul. Su cabello oscuro caía como cascada por su espalda, unas gafas oscuras cubrían sus enormes ojos azules, me quedé hipnotizado mirando esas curvas que ya sobresalían de su cuerpo adolescente. Sus piernas simplemente increíbles eran el complemento perfecto para todo lo demás.
- La de rojo es mía - Erick corrió hasta allí y Alex se fué tras de él gritando, sentí cierto grado de furia recorrerme pero me mantuve impasible mientras veía la reacción de Elisa, quería ver como reaccionaba ante los encantos de Erick, tenia que reconocer que él era el tipo de chico que casi a todas les gustaba sobre todo por su apariencia de extranjero, su madre era de ascendencia alemana y su padre tenía sangre española así que era toda una novedad para las chicas.
Mi parte de macho dominante quería correr hasta ellos y partirle la cara a mi amigo pero me contuve haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad, Erick intentó poner su brazo sobre los hombros de Elisa pero ella no se dejó y en lugar de mostrarse molesta le dijo algo sonriendo, Erick se rascó la cabeza y después simplemente regresó hasta donde estaba yo.
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AMANDO A ELISA
RomanceFernando es un chico que perdió a sus padres cuando aún era un niño desde entonces ha vivido con su abuela. Estudia derecho en Monterrey y se ha ido de vacaciones a los Cabos para festejar su paso al tercer año en la Universidad, en ese viaje ha dec...