III

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Harry se restregaba contra su mano, gimiendo un poco demasiado alto, y sacudiendo sus caderas. El vídeo que le había enviado Louis minutos atrás, de su mano jugando con su polla, había conseguido una dolorosa y cruel erección en el rizado, y las braguitas habían acabado en la esquina de la habitación, arrugadas.

Cerró los ojos, imaginando como sería Louis, el hombre que había conocido dos semanas atrás, las cuales, ni un solo día había pasado sin tener alguna que otra conversación caliente y fotos/vídeos de sus miembros. Nunca pasaba de eso, ninguna otra parte de sus cuerpos, excepto aquella vez donde la cámara de Harry se fue para arriba, y un tatuaje de una mariposa apareció. Entonces, Louis, gimiendo y rogando, le hizo jurar a Harry que siempre iba a salir esa mariposa en los vídeos o fotos, ya que si él estuviera ahí, la chuparía y mordería.

Las manos de Harry trabajaban a gran velocidad. La derecha, sacudía violentamente su polla, mientras la izquiera jugaba con sus pezones. Era una escena, demasiado caliente, como para no compartirla. Cogió su teléfono, sin dejar de masturbarse, y se grabó durante esos 10 segundos, tocando su polla, y luego subió hasta la mariposa, que estaba mojada por el sudor, y el pecho alterado, buscando aire. El vídeo se apagó, y solo entonces, Harry se hizo una foto a la boca, con los labios más rojos de lo normal, y un rastro de saliva -demasiado sensual- en su comisura, y adjuntó: podría hacerte maravillas.. atentamente, tu jodido bebé -me tienes jodido- xx

snapchat - larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora