[ Sinopsis ]

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Los dos cuerpos se dejaron caer contra la cama del motel. Allí se encontraban cada vez que deseaban sentir el cuerpo del otro. Las manos del mayor comenzaron a deshabrochar los botones de la camisa del rubio, sin despegar por ningún momento sus labios de los de su amante.
El mundo se detuvo para los amantes. Los labios se separaron escasos segundos, segundos en los que se dedicaron a mirar los ojos de su contrario. Unos reflejan lujuria, pasión, deseo. Otros inocencia, dolor, sufrimiento. Mas a ninguno de los dos les importo ello y volvieron a unir sus labios en un beso francés, comiéndose la boca entre ellos. La camisa en rápidos minutos abandono el cuerpo del rubio, también el saco. Él se encontraba desesperado. Necesitaba de aquel cuerpo, de aquel juguete. Pues aquel rubio no era nada más que un juguete, el mismo había aceptado serlo.

-Laito...-un jadeo se escapo de entre los labios del Idol al sentir como las frías yemas de las manos del castaño jugaban con sus pezones. Él sabia como hacerlo sentir "bien". Después de todo cómo no saber luego de seis meses de sexo, sólo sexo.

-Repite mi nombre.~-ordeno el joven vampiro, sin dejar de jugar con los pezones de quien se encontraba de bajo suyo hasta que estos se erecten.

-Laito.~-repitio el ordenado cual "niño bueno", acercándose el oído de su amante. Rodeo su cuello, atrayéndolo más. Necesitaba más, mucho más que simples roces y besos.
Su último encuentro fue hace un mes, ahora enserio necesitaba sentir al castaño dentro suyo. Haciéndolo gritar, gemir, sudar. Haciéndolo suyo, otra vez.

Las embestidas aumentaban según pedía el rubio.
Los gemidos llenaron la habitación.
Las respiraciones de ambos eran entrecortadas.
Ninguno de los dos quería detenerse, mejor dicho el rubio no quería que su amante se detuviese. Él quería que aquello durase el tiempo que quisiera. Sin embargo, no podía, por más que deseará.

-Más...Ngh...Te necesito más.~-Las palabras del rubio se cumplieron. Laito introdujo más su miembro dentro de la entrada de Kou, no podia negar que el poder penetrar al de ojos bicolor era mucho más que placentero. Debía callar aquella "dulce melodía" que se escapaba de entre los labios del contrario, rápidamente lo besó, gimiendo entre el apasionado beso.

El tercer orgamo de la noche y ellos necesitaban más.

Los gemidos no cesaban, ni cesarían hasta que aquellos amantes se sintiesen, o al menos hasta que el rubio sintiese que el castaño se corriese en él, algo que solía tardar bastante, por lo cual la suma era de más tiempo, más placer.

-¡Laito! ¡Más! ¡Ahhh!~-exigió mirando a los ojos a quien se encontraba encima suyo. Sus caderas se movían al compás, casi parecían que hacían un baile erotico. En cualquier momento se correrían, el ojos bicolor manchando el abdomen de ambos y el de ojos jade dentro del Mukami.-Yo...Ya...Ngh...-Trato de articular el híbrido.-Me correre.-Aviso él, haciendo que el castaño sonriera perverso.

-Yo también.~-Sin más, se corrió dentro de él, llenándolo con su espeso y caliente líquido. El contrario también se corrió, solamente que manchando el abdomen de los dos.

Mientras abrazaba el de cabellos rubios de la cintura, atrayéndolo, le otorgaba dulces caricias con la punta de la nariz en el cuello, erizando los vellos del Mukami.

-Amo cuando gimes.~-Alago el joven vampiro, acercándose al oído del menor.

-"Yo te amo a ti".-No podia decir esas palabras, no debía. Sabia que si las decía, respuesta no abría. Con un movimiento de arriba a abajo este asintió, sintiendo el calor que le transmitía el castaño. Después de todo eso era... Solamente sexo, sin sentimientos. Sólo sexo, nada más.

"Only Sex, No Feelings. Just Sex, No More." [LaitoxKou.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora