[ I ]

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Los gritos agudos de las fanáticas del gran Idol, Mukami Kou, casi lo estaban por dejar sordo pero este mostraba una sonrisa a pesar de que por dentro se desmoronaba lentamente, todo por culpa de Él.

-Claro, M-Neko~Chan.-aceptó gustoso el joven rubio a tomarse una foto con una de las otras tantas que también deseaban lo mismo. La mundana sacó su celular con manos temblorosas, colocó la cámara frontal y se acercó a su "héroe". Él la tomó por arriba de los hombros, junto su mejilla con la de ella. Tomó como cinco fotos rápidas y en una de ellas el Idol le dio un beso en la mejilla, haciéndola sonreír de forma estúpida, pero adorable.

De la misma forma transcurrió la "Firma de autógrafos" del gran cantante de música pop. El, ya agotado y cansado, Mukami pasó por cientos y cientos de humanas que gritaban, lloraban y le tomaban más de una foto para poder llegar a la Limusina que lo esperaba detrás de la gigantesca tienda de discos en donde realizó el evento. El poder llegar a la limusina lo había aliviado bastante, allí lo esperaba su manager y también hermano mayor, Ruki, un híbrido de orbes azulados y cabello grisáceo en las puntas y un azul apagado. Este se encontraba leyendo un libro, el libro que le regaló su padre, siempre en su diestra.

-¿Cómo te fue?-pregunto, cerrando el libro y colocándolo sobre sus piernas cruzando, tomando un pose algo "serena".

-Como siempre.~-respondio el rubio mientras dejaba que su espalda se recostase contra el respaldo del asiento como para cuatro personas, o tres.-¿Y Yuma y Azusa?~-usualmente sus dos hermanastros menores solían acompañar a Ruki, esperándolo para darle "alientos", pero esa vez ellos no habían venido.

-Se quedaron en la mansión, no te preocupes.-trato de que este se calme, mostrándole una sonrisa de lado... Esa sonrisa... Mierda, le recordaba a Él. Todo el maldito día Él se presentó en su mente, recordándolo una y otra y otra vez.-¿Te sientes bien?-pregunto al ver al menor decaer de forma repentina. Últimamente el de ojos bicolor no se comportaba como solía hacerlo, por lo cual comenzaba a preocuparse.

-Sí...~-trato de articular la respuesta, pues tenia un nudo en la garganta. No se sentía bien, para nada. Sin embargo no quería que sintiesen lastima por él.-Será mejor que nos vallamos, Ruki-Kun.~-Aconsejó al sentir que el vehículo se movía un poco, para ser unas simples humanas su fuerza era demasiada. Este asintió y dándole un golpe con los nudillos de sus manos sobre el vidrio que separaba al conductor de los pasajeros, indicó que ya debían irse. El conductor rápidamente entendió y la limusina se puso en marcha.

-¿Y si las saludas?-dijo su hermano mayor, volviendo a leer el libro. El rubio asintió y se levanto de su asiento. La limusina en el techo tenia algo así como una ventana, la abrió y paso por esta, mostrando sólo mitad de su cuerpo.

-¡Adiós, M-Neko~Chan's, las espero en mi próximo concierto!-se despidió moviendo su brazo de un lado al otro y guiñando el ojo, logrando que miles de mundanas griten como locas. Volvió a su asiento, cerrando sus ojos para poder aunque sea sentir relajado. Sin embargo al cerrar los ojos sentía sus caricias, sus besos, sus noches... Lo recordaba a él.-"¿Por qué? ¿Por qué siento esto? Sólo soy su juguete, uno más..."-Sintió algo húmedo recorrer su mejilla... No, no debía llorar, no debía dejar mostrar aquella faseta, que él mismo decidió ocultar. La lágrima la limpió, abrió sus ojos y bajo su mirada, no quería que Ruki lo viera de "esa forma":indefenso, débil, frágil.
El transcurso hacia la mansión fue silencioso, ninguno de los dos presentes habló, el silencio los reinó por completo. Mas el portador del libro seguía preocupado por el estado de su hermano menor.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2015 ⏰

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"Only Sex, No Feelings. Just Sex, No More." [LaitoxKou.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora