Camila llego en su auto a la casa de Bea. Bajó a el sonido de la radio y miró la hora. 6 AM. Segura que Bea seguiria durmiendo y que tendria que despertarla, bajó del auto y caminó hacia la casa de su amiga.
Llego a la puerta y toco el timbre. Abrió Helena, la mama de Bea.
-Cami querida, que lindo verte. Te aviso que tendrás que despertar a tu amiga.- dijo Helena mientras se abría paso para que Camila entrara.
-Creo que ya me acostrumbré.- las dos rieron.
-Bueno ve, les prepararé el desayuno.
Camila pasó por el hermoso salon y se adentró al pasillo, hasta llegar a la habitacion con un enorme cartel con el nombre de su amiga de color violeta y negro.
Abrió la puerta cuidadosamente, cuando miró la habitacion de su amiga, no vió nada que no haya vistó. Desordenada como siempre y llena de posters de bandas que ella nunca se intereso por conocer. Se acercó a la cama. Allí llacía su amiga durmiendo muy tranquila, abrazada a su perrito.
Tomó un megafono que Bea tenía y lo puso en su oído, para a continuación gritar con voz clara y fuerte..
-DESPIERTA!!
Como alma que lleva al diablo, Bea se levantó de la cama
-Desearas no haberlo hecho.-
Camila, consiente de que el humor de Bea no era el mejor por las mañanas, salió de la habitación de su amiga corriendo mientras esta la perseguía. Al llegar a la sala, ambas se reían como desquiciadas, pero seguían con su absurdo juego. Tras escuchar un grito, dejan lo que estaban haciendo, y ven hacia la puerta de la cocina, donde una cabreada Helena esperaba impaciente la atencion de las adolescentes.
-Las estoy llamando hace 10 minutos, su desayuno se enfría niñas, cuando será el día en que maduren?-. Dijo la mujer, entrando nuevamente hacia la cocina mientras hacía un extraño gesto que no lograron desifrar.
Las dos chicas, sonríentes se dirígen a la cocina, donde un GRAN desayuno las espera.
Tras acabar la comida, suben las escaleras en dirección a la habitación de Bea, para buscar las maletas de esta.
Luego de una realmente emotiva despedida entre Bea y su madre, cargarón las maletas y emprendieron rumbo a Sidney.
NARRA CAMILA:
Llevamos solo dos horas de viaje.
Cuando subimos al auto, Bea, automaticamente sacó de la guantera de este, mi coleccion de discos de One Direction, y coloco el primero. La verdad, es que una de las cosas que compartimos, es el fanatismo por esta banda, que nos trae locas hace 3 años. Lo que, sinceramente, me encanta.
Asi ibamos, las dos cantando como desquisiadas, en un auto, en una carretera, solas, sin interrupciones.
- You're insecure, don't know what for
You're turning heads when you walk through the door
Don't need make-up, to cover up
Being the way that you are is enoug-. Cantaba Bea, mirntras una gran sonrisa adornaba su cara.
- Everyone else in the room can see it
Everyone else but you-. Continué
-Baby you light up my world like nobody else
The way that you flip your hair gets me overwhelmed
But when you smile at the ground it ain't hard to tell
You don't know oh oh-. Cantamos las dos el estribillo..
-You don't know you're beautiful-. Gritamos juntas.
En ese momento me di cuanta lo importante que era ella para mi.
Y, que lo mejor que me podría haber pasado fue conocerla en el kinder y el día de hoy, iniciar una carrera en la universidad, JUNTAS. Como siempre.
El resto del viaje transcurrió bastante rapido,devido a que, gracias a Dios, la carretera no estaba muy transitada hoy.
Estabamos llegando a la conocida cuidad de Sidney. A medida que ibamos avanzando, se podían vizualizar los edificios y contrucciones de esta. Hasta que ya estabamos dentro de Sidney.
Calles, edificios, casas, hoteles, centros comerciales, pero sobre todo, MUCHA GENTE.
Frene el auto en un semaforo, mientras admiraba todo lo que había a mi alrededor. Estaba tan enfrascada en mi mundo que ni me dí cuenta cuando el semaforo cambió a verde, por lo que recibí muchos insultos, bocinazos a los que respondi con un grito pididndo disculpas. Estaba por arrancar el auto otra vez cuando siento un gran golpe en la parte trasera de mi auto, haciendo que salte en mi lugar, al igual que Bea.
