Y así, sin dudar más en ella, empezó a escribir la vida que quería, empezó a redactar sus aventuras, sus tristezas, sus triunfos y sus fracasos, así, sin importar quien estuviera para burlarse, comenzó a vivir sin miedos y prejuicios.
Ella, ese día, se convirtió en la peor pesadilla de él. Ella, por fin dejaba que su luz brillará.