1.-Miradas

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Aquella noche había quedado con dos amigas mías para ir de fiesta a la playa. Me dijeron que tres chicos más se apuntaban y no vi mal ir a conocerlos junto a ellas. Tenían planeado ir a un chiringuito que estaba bastante bien, tenía sofás blancos y mesas de madera elegantes con un mantel blanco encima de éstas solamente para decorar. Todo esto se encontraba en el interior de aquel lugar, era como la parte "íntima" donde muchos grupos de gente iban allí para mantener charlas amistosas mientras escuchaban el sonido de las olas de fondo. Probablemente nosotros iríamos a la parte de la discoteca para beber y pasarlo bien con la música a tope, éramos jóvenes y era lo más normal. A mi no me importaba demasiado dónde ir, por mi como si nos pasábamos la noche entera por la calle deambulando, sólo quería salir de aquellas cuatro paredes de mi casa y dejar los estudios por aquel día.

Aproximadamente debía estar preparada antes de las ocho así que a las seis y media fui a la ducha. Tras secar mi pelo rosa, hacer que las las puntas se quedasen onduladas y decorarlo con una flor hawaiana poniéndola en mi lado derecho, me vestí con un vestido de tirantes amarillo claro con estampado de flores. Luego me calcé con unas sandalias rosas, con el tiempo justo me maquille discreta, tampoco me gustaba mucho ir pintada como una puerta. Cogí mis llaves, mi cartera y mi teléfono introduciéndolos en un bolso pequeño blanco y sencillo que agarré y salí de mi piso con una sonrisa en mi rostro. Mis amigas ya estaban esperándome en el volkswagen blanco de una de ellas. Cuando me vieron no dudaron ni un segundo en hacer sonar el claxon para que yo supiese donde se encontraban. Entré y me puse el cinturón de seguridad, iba detrás del copiloto, que resultaba ser un hombre.

-Siento haber tardado, espero que no llevéis mucho rato esperando-dije sabiendo que eran las ocho y media.

-Nah, no te preocupes. Hemos tenido que ir a por ésta tardona también- dijo Akemi señalando a Kou.

-Gracias, aunque cierta persona ha tardado media hora en encontrar un lugar para aparcar su coche nuevo- respondió Kou burlándose de Akemi, todas sabíamos que no era muy buena conduciendo, ya que estaba empezando y a penas tenía experiencia, además su coche era grande por lo que le complicaba más aparcar y estas cosas.

-¡Es complicado aparcar en una calle tan estrecha!-se quejó Akemi.

Al verlas reí levemente, siempre solían discutir de esa manera aunque en el fondo se querían como si fuesen hermanas de sangre. El chico sentado enfrente de mí sonrió mientras las escuchaba. La verdad era que tuve mucha curiosidad por saber quién era y qué hacía aquí aunque supuse que era uno de los tres chicos que vendrían con nosotras. Era más alto que yo, o eso supuse, moreno y delgado. No pude ver nada más debido a que el asiento me lo impedía pero parecía simpático y hablador y eso me gustaba en cierta parte. Tras un rato de pelea Kou decidió presentarnos.

-La conductora temeraria es Akemi y la chica que tienes detrás tan simpática y callada es Nimide. Nimide, conductora temeraria, él es Kenro, nos acompañará en la fiesta de esta noche.

-Hola-dijo Kenro con una sonrisa amable.

-Hey -respondí sonriente.

Y, durante la noche, algo comenzó a atraerme de él, algo indescriptible, algo que me cautivaba, cada vez que tímidas miradas nuestras se entrelazaban y sonreímos avergonzados de comportarnos como unos adolescentes.

Ciclo de separaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora