Mi estrella fugaz. [Gemeliers y Calum Heaslip]

Capitulo 12

-¿Que tramais?-preguntó Carmen alzando la barbilla.

-Daros la vuelta-respondió Alberto señalando con la mirada.

Allí estaban Jesús, Dani y Calum con los maravillosos vestidos que a nosotras nos llamaron tanto la atención. Cada uno con el vestido de su pareja. Dani con el de Carmen, el vestido rosa; Calum con el de Pau, el verde; y Jesús con el mío, el azul, que bonitos.

-Así que, ¿los cogisteis vosotros eeh? Y nosotras disgustadas por que no íbamos a encontrar uno tan bonito ¡Pero muchas gracias igualmente bebes!-me sorprendí yo.

-¿Que has dicho?-Jesús.

-Que muchas gracias.

-¿Que?-repitió.

-¡Que muchas gracias!-se lo volví a repetir un poco cansada ya.

-¿Que?-siguió él.

-Oye, no me vaciles-al fin me mosquee.

-No te vacilo Norita mía, pero las gracias te las guardas-sonrió él mientras me rodeaba con su brazo.

-¿Donde? ¿En el bolsillo? No me caben... -acabé echándole humor al asunto, era lo que tocaba, no me iba a enfadar por una bromilla que me sacó una sonrisilla de enamorada...

-¿Que ize loca?-puso acento muy andaluz, al segundo, se rió y me abrazó.

-Jajajaja humor inteligente, tu es que no entiendes...-chistee mientras me separaba unos centímetros para mirarle a la cara.

-Uii, broo, que vacilada... Jajaja-se reía Dani-aquí hay amor...

Mi hermana no decía nada, supongo que por lo ocurrido con Jesús en la playa estaba irritada, supongo.
Nos fuimos al hotel después de un largo día. Esta vez no nos pusimos a bailar por la escotilla de la limusina. El cansancio nos podía. Las piernas nos flaqueaban.
Llegamos al hotel y nos fuimos cada uno a sus respectivas habitaciones, obviamente Paula se vino con nosotras con permiso de su madre y del hotel.

Narra Jesús.

Tenia ganas de hablar con Carmen para saber que le pasaba, pero no encontraba el momento.
Llegamos a la habitación, antes de nada, me tiré en la cama y me puse a pensar.

-¡Ahora vengo bhoters!-dije saliendo por la puerta.

-¿A donde vas hermano?-preguntó Dani.

-A hablar con Carmen-me volví hacia él.

-¡E, e , e! ¿De que vas? Pensé que no mentías cuando dijimos que no íbamos a asaltar nuestro juramento de gemelos nunca...-se deshizo Dani.

-¡Tranquilo hermani! Sobre lo ocurrido en la playa, jamás asaltaría el juramento, y mucho menos el nuestro, ya sabes que antes de una tía vas tú-le expliqué.

-¡A vale! Perdoname, te quiero-me abrazó.

Se me ocurrió la brillante idea de bajar a la habitación de las chicas y llevarme a Carmen a dar un paseo mientras hablaríamos.

Narra Carmen.

Estábamos Nora, Pau y yo en la habitación hablando. Me estaban contando lo del mirador y todo lo que paso mientras yo no estuve.
Sonó la puerta y fui a abrir. Era Jesús. Al abrir la puerta lo vi con las manos en los bolsillos, cabizbajo y podría decir que triste.

-Hola-dije seca.

-Tenemos que hablar-siguió él.

-Ya. ¿Quieres pasar?-hice un hueco para que pudiera pasar.

-No, mejor vamos a dar una vuelta por el hotel-entonces me volví.

La verdad es que el mosqueo ya se me había pasado pero él quería y como es quien es pues no me pude negar.

-Bueno...-rompió el hielo.

Él estaba que no se mantenía ni sabia que decir.

-Haber, tiene una explicación-seguí.

-¡Eso espero, porque me e llevado un disgusto!-al fin, alzó la cabeza, que parecía ser pesada.

-Lo siento, no quería ir al agua, Jesús, por que...-me cortó.

-Perdoname, era una broma, además, creo que no era como para ponerse así.

-¿Como? ¿Que no era como para ponerse así? Perdona, ¡pero creo te estas equivocando!-salté.

-Dame una razón que me diga lo contrario-se repeinó el pelo.

-Si me dejases acabar...-seguí.

Yo estaba como una moto. Entre el dolor de la regla, la mala leche, ese comentario... Pues explote.

-Mira Jesús,-le miré con el ceño fruncido-tu no tienes ni idea de esto pero la razón te la daré. Tengo la regla y como tu bien comprenderás...

De nuevo, no me dejo acabar la frase. Me callo con un beso. No me lo esperaba. Se me saltaron los ojos.

-¿Que haces?-le dije con un tono no bastante bueno.

-No lo sé-se llevó las manos a la cabeza.