Hotel Good Night

Capítulo 5: Problemas.

Era un nuevo día, ya era hora de levantarse, eran las 6:30 AM, solía levantarme a esa hora para irme al trabajo. En eso salgo y veo al gerente del hotel. Se le veía preocupado así que fui y le hable.

-disculpe gerente, algún problema?

-oh Sr. Payne, tan temprano que esta despierto?

-la verdad si, me gustan disfrutar los días.

-entiendo, necesita algo?

-la verdad si, necesita algún favor?

-si te ofreces, necesito un favor.

-dígame.

-necesito que me ayude a verificar las demás habitaciones vacías, le daré unas llaves de los cuatro pisos, va viendo los números de la llave y va hacia esa habitación. De acuerdo?

No podía negarme, podia investigar las demás habitaciones. Después de varias horas, había terminado, en el cuarto piso casi no había nadie, parece que el hotel no es tan famoso que digamos, pues los demás huéspedes no han salido des sus habitaciones, parecen ratas.

-buen trabajo Payne, podría pagarte, lo haré sabes? Es usted un muy buen huésped, y eso se agradece, tome aquí tiene.

Me había pagado por hacer eso, de verdad que estaba impresionado.

-bueno, no se que decir, gracias supongo.

-a usted Sr. Payne.

Ya eran las 7:50, como les había dicho, había pasado mucho tiempo. Así que fui a ver un rato a Tony, a ver si estas despierto.

-quien es?

-soy Jim.

-esta abierto, puedes pasar.

-de acuerdo.

-que pasa Jim? Que te trae por aquí?

-es que no lo pillas?

-no.

-no debes de hacer el desayuno baboso?

-cierto que yo trabajo aquí. Gracias Payne.

-de nada. Pero para la próxima yo no voy a ser el que te lo recuerde.

-jajaja de acuerdo, solo pasa una vez.

-esperemos.

Después de tomar ese rico desayuno por fin había conocido dos huéspedes más. Si, por fin habían salido de sus ratoneras.

-Buenos días!

-usted es...?

-Jim Payne. Y usted?

-un placer Don Jim. Soy Paul.

-el placer es mio, y quien es el que viene por allá?

-el es mi hermano. Pero estamos en diferente habitaciones. Se llama Alejandro.

-ah, de hecho se parecen un poco.

-no diga eso.

No le había gustado que le dijera eso, algo andaba mal, y no me resistí en preguntarle.

-pasa algo con su hermano?

-no creo que deba meterse en eso usted. Si me permite, me marchó al desayuno. Viejo amargado.