Sólo una vez más,
apoyados contra el piano,
donde somos músicos y animales
donde somos acordes diatónicos
y armónicos
de un Mozart pervertido,
de un pianista asiático alcohólico
Ser enfermos mentales fugitivos
con antecedentes psicosexuales de melolagnia:
adictos al amor exhaustivo
de sudor provocado,
de tacto privado
de dolor divertido
de calor engendrado
Es todo lo que pido,
despertar al vecindario,
con ruido nocturno,
con gritos y gemidos
y música experimental
digna de un genio acústico sonámbulo
obsesivo
Poesía en el piano, mi amor,
y delicioso sexo en la poesía,
porque tenías razón
y nada es suficiente
sin un buen polvo para terminar
Decir adiós
usando el dialecto anti-fonético
de nuestros cuerpos
en movimiento quimérico
y polifacético
Porque en el baile romántico sin pasos
tu cabello es el erótico atuendo,
desnudos nos sabremos reales
complacidos causaremos este incendio
Hacerlo fuerte sobre el teclado
y saciar los vicios
de cien generaciones sucesoras
que no van a existir
porque te vas
pero me dejas el último recuerdo
de dos músicos amantes frenéticos
aficionados
que follan erráticos y rústicos
a descompás
sobre el objeto más sofisticado
del lugar.

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Poesía en el piano
PoetryDonde hubo risas, hay sólo trizas. Y el resto de los días en silencio porque un día los restos de ti enterré.