El día a día de una "suicida"(?)

Prólogo.

La vida de esta "emo" comienza un frío y triste día de Octubre.
Una niña preciosa sale de dentro del cuerpo de su madre.

-Es preciosa.-Halagan los de su alrededor.

Pasan los años. Esta linda niña va creciendo, experimentando sensaciones y descubriéndo nuevas cosas.
La sonrisa es uno de sus gestos más frecuentes y es la princesita de la familia. Su madre le hace mil y un peinados.
Son una familia feliz.
Siguen pasando los años y llega el año 2007. Donde ha cumplido 7 años. Un cumpleaños del que no se le puede poner pegas.
Pasaron los días. Esta chiquilla había madurado y cuida de su abuela siempre que le sobraba el tiempo. Un día la chiquilla le hizo un dibujo a su abuela y al llegar a su cama intentó despertarla.

-Abuu~

Pero ésta no respondía. Ella comenzó a moverla de un lado a otro y al ver que no se movía lo más mínimo ella comenzó a llorar. Su madre apareció, junto a su padre. Intentaban reanimarla pensando que se trataba de un desmayo.
Por desgracia no fue así. Murió. Allí en cama, de la noche a la mañana.
Aquella noche mis padres no eran los mismos y empezaron a gritarse, insultarse e incluso golpearse. La pobre chica aterrada se cubría los oídos con la almohada, no quería escucharlos.

-Sé fuerte, sé fuerte...-Se repetía a sí misma.

Pero los gritos cada vez eran más fuertes y una bofetada retumbó.
Un largo silencio inundó el momento y segundos más tarde su madre se encerró en la habitación.
La abrió después de varios portazos de mi padre.
Discutían en susurros y llantos muentras ella intentaba escucharlos.
De un momento a otro sólo se escuchaba:

-¿Cariño? ¿Cariño? ¡¿CARIÑOO?!
HIJA, LLAMA A UNA AMBULANCIA.

Ella se levantó asustada a ver lo que pasaba.
Su madre estaba en cama, con los ojos en blanco.
Todo le temblaba. No podía ni moverse. No, allí no... Ahora no...

-TE ESTOY DICIENDO QUE LLAMES A UNA AMBULANCIA!!!

Corrió a por el fijo alarmada. Marcó el número pero milésimas de segundos antes de llamar su madre cogió todo el aire posible y se levantó.

-¡¡¡MAMÁ!!!-Gritó la niñita.

-Estoy bien...

Ella sabía que no era así. Y por algún extraño recuerdo la chica pensó: "Vivimos en un mundo lleno de mentiras. Un mundo donde todo se torna a gris. Sonrisas falsas, esperanzas falsas. Todo en este mundo el falso ¿no crees?
Porque yo si lo creo.
No estoy bien, no quiero preocupar a la gente como lo ha hecho mi madre, no quiero querer, no quiero vivir, atemorizada de que estoy se vuelva a repetir. Y que fácil sería morir. Que fácil sería... Sin embargo no tengo el valor."

Y allí empezó todo.
La joven suicida que no es capaz de suicidarse. Suena cómico ¿verdad?