Sálvame (Adaptada)

Capítulo 10

*Narra Vic*

Unos golpes en la puerta de mi habitación me sacaron de mi sueño. Abrí los ojos mientras suspiraba de una forma cansada. Estaba enredada entre las sábanas de un grueso algodón y varias colchas. Jamás había dormido tan bien en mi vida. Vi como la puerta se abría y del umbral de esta aparecía Mike. Tenía el cabello suelto. Su cabello era castaño y sus ojos cafés. Tenía puesta sobre los hombros una bata de color azul. Caminó hacía mi de una forma lenta, como si pensara que la echaría hacía afuera. Miré la hora del reloj que estaba en una pequeña cómoda a un lado de la cama: 8:11 am.

Era temprano, pero con el cielo nublado y aún nevando ya de una forma mas lenta, parecía como si aún estuviera de noche. Me senté en la cama mientras sentía como Mike se subía al lado desocupado de la cama matrimonial y bostezaba.

—¿Qué sucede, Mike?
—Es que... Tuve una pesadilla y quise ir con mi hermano, pero no despierta, como siempre... —hizo una pausa, su voz cansada y apagada—...y luego fui donde mis papás, pero estaban dormidos muy cómodamente y siempre los despierto a esta hora, no quise molestarlos —él pequeño parecía apenado y avergonzado por el echo de que me haya despertado solo a mi, aun que no me importaba demasiado.

Abrió su pequeña boca para continuar, pero yo la interrumpí.

—¿Quieres dormir conmigo hasta que amanezca por completo? —le pregunté.

Asintió, mientras un leve rubor se posaba sobre sus mejillas. Sonreí, era tan inocente. Abrí las colchas y él se metió dentro de la cama a mi lado. Lo cubrí como mi madre solía hacerlo conmigo para luego acurrucarme yo. Él acercó su pequeño cuerpo para abrazarme, de inmediato me tensé un poco. ¿Me golpearía? Me reí yo mismo por esa pregunta tan tonta. Era muy pequeño y solo necesitaba compañía.

Lo abracé también y acomodé mi cabeza en la almohada de plumas para luego cerrar los ojos y dormirme, al igual que Mike.

|Sin Narrador|

—Vic... Despierta cariño.

Vic se despertó por los llamados de su madre. Abrió con pereza los ojos para encontrarla a ella con una sonrisa en su rostro. Se sentó en la cama mientras se pasaba las manos por el rostro para intentar saciar el sueño. Se despeinó el pelo y miró a su madre.

—¿Qué sucede, mamá?
—Ven conmigo, cariño. Quiero que veas algo —sonrió. Se levantó y caminó.

Vic suspiró, se levantó y caminó atrás de su madre.

Solo dormía con unos pantalones de franela y nada para arriba. Él chico acostumbraba a pasearse así por la mañana antes de ducharse y vestirse. Su madre lo esperó frente a la puerta en donde Kellin se quedaría por esa noche. Extrañado, Vic caminó hacía ella.

La puerta estaba abierta, lo que dejaba a la vista la habitación por completo. Entraron los dos y Vic logró ver a Kellin abrazado de una forma realmente cariñosa con Mike, quien también lo hacía con él. Ambos durmiendo profundamente.

—De seguro que Mike tuvo una pesadilla y vino con Kellin. ¿No es tierno? —dijo con una leve y silenciosa risa su madre.

Vic se quedó en silencio observando aquella tierna escena, lo que le produjo una sonrisa. Su hermano y Kellin abrazados durmiendo. Miró la hora de la mesita al lado de la cama matrimonial: 10:49 am.

—Creo que deberíamos despertarlos, ¿no? —preguntó.
—Si, iba a despertar a Kellin y me encontré a Mike aquí.

Miró como su madre se acercaba al lado de Mike y se sentaba allí. Le acarició el hombro y comenzó a susurrar su nombre hasta que él pequeño de su hermano despertó con pereza. Miró a su madre y se separó de los brazos de Kellin , provocando así que éste se despertara. Él se sentó en la cama mientras miraba como la madre de Vic cargaba a Mike y salía de la habitación, sin antes decir un ''Buenos días'' dirigido a Kellin.

Vic se acercó a Kellin y se sentó donde antes había estado acostado su hermano.

—¿Cómo amaneciste? —le preguntó.
—Bien, supongo... —murmuró él pelinegro.

Él lo miró y se encogió de hombros, para luego desviar algo avergonzado su mirada.

—No importa que yo haya dormido con... Mike, ¿cierto? —preguntó a Vic.

Él lo miró extrañado y confundido. Sacudió la cabeza mientras sonreía.

—No, claro que no, Kellin. ¿Porqué me preguntas eso?
—Uhm... Yo... Curiosidad —mintió él chico. La verdad es que Kellin le había preguntado aquello para saber si –quizás- él lo golpearía por haber dormido con su hermano y Vic logró ver nuevamente su miedo a través de sus ojos, por más extraño que sonara. Necesitaba aclarar sus dudad.

—¿Te puedo preguntar algo, Kellin?
—Uhm... Si, claro.
—¿Porqué Danny, ayer en el almuerzo, te tocó así? —preguntó.

Detrás de todo, Vic sentía un enojo profundo al verlo ese día tan indefenso, mientras intentaba alejarse de aquel imbécil de Danny. Cuando le apretó el moretón de su mejilla, Vic había logrado ver como Kellin ponía una mueca de dolor, por lo que él no había sido nada cuidadoso con él como para deducir que si eran algo. Esperó, expectante, la respuesta de él chico.

—Y-yo... Uhm... Él... —cayó. Bajó la cabeza para así evitar mirarle a la cara.

Vic lo miró, sin saber que decir o hacer. Necesitaba respuestas, y por alguna razón sentía una extraña necesidad de cuidar a este chico que, por casualidad, llegó a su casa cuando más lo necesitaba. Agarró con delicadeza el mentón de él chico para así obligarlo a mirarle. Sonrió cálidamente mientras negaba con la cabeza.

—No importa, Kellin. Déjame preguntarte algo más fácil, ¿alguien más te hace eso en la escuela?

Lo miró por unos leves segundos antes de volver a desviar la mirada y bajar con sus manos la mano de Vic. Algo apenado, asintió débilmente