17. when you know, you know

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⋆𐚁 act i. CUANDO LO SABES, LO SABES
capítulo xvii ! 'Cause what if I never find anything better? the doubt always creeps through my mind, so we'll stay together 'cause, how could lever trade somethin' that's good for what's right?

 CUANDO LO SABES, LO SABEScapítulo xvii ! 'Cause what if I never find anything better? the doubt always creeps through my mind, so we'll stay together 'cause, how could lever trade somethin' that's good for what's right?

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📅 2005📍Quantico, Virginia

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📅 2005
📍Quantico, Virginia.

El bar no estaba particularmente lleno. Un par de luces bajas colgaban del techo, lanzando sombras cálidas sobre la barra. La música sonaba lejana, apenas lo suficiente para ser reconocible. Una vieja canción de Mariah Carey flotaba en el aire con cierta ironía, justo en ese rincón del mundo donde todos fingían estar más felices de lo que en verdad estaban.

Lexie había llegado sola.

La idea original era distinta. Asher se había mostrado dispuesto cuando ella lo invitó, incluso sonrió y dijo algo sobre "necesitar una noche fuera con ella". Pero cuando la hora llegó, hubo una excusa. Una reunión, un problema en la oficina, un "vamos otro día" sin fecha. Lexie no lo discutió. Solo dejó su abrigo en el respaldo de la silla y se sirvió el primer trago con la esperanza de que la noche no se le hiciera tan larga.

Alrededor de la mesa, Haley contaba con entusiasmo todos los planes para Navidad. Su voz se llenaba de luz cuando hablaba de Jack, de cómo él ya tenía lista su carta para Santa, de las galletas que iban a hornear juntos, de las luces que Hotch había colgado, no sin dificultad, en el porche de su casa. Se notaba que lo decía con orgullo, pero también con esa pizca de ternura que se reserva para la vida que una vez soñaste y que, por algún milagro, lograste construir.

Morgan se limitó a decir que viajaría a Chicago, que ya tenía los boletos, y que su madre lo esperaba con una lista enorme de cosas para hacer. Tenía esa sonrisa fácil, relajada, pero Lexie detectó en sus ojos un brillo más silencioso. A veces, incluso los hombres más fuertes desean volver al hogar solo para que alguien les pregunte si están bien.

JJ y Penelope no dijeron mucho. Sonrieron, asintieron, brindaron, pero el tema de la Navidad se les quedó atrapado en la garganta. Tal vez no tenían nada que compartir, tal vez no querían hacerlo. Spencer, por su parte, ni siquiera fingió interés en el tema. Jugaba con el borde de su servilleta, distraído, la cabeza un poco inclinada hacia un lado, como si estuviera haciendo cálculos mentales para evitar otra clase de pensamientos.

𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐨𝐟 𝐦𝐲 𝐝𝐚𝐫𝐤 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭𝐬 ── spencer reidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora